Nueva York, EFE.- El presidente, Donald Trump, se dio este martes un baño de masas en Nueva Jersey, un estado tradicionalmente demócrata, y en un combativo mitin prometió a sus seguidores detener a la “izquierda radical” y mantener la bonanza económica.
La localidad de Wildwood, un popular resort veraniego, se llenó en pleno invierno para recibir a miles de simpatizantes republicanos, ataviados con las características gorras rojas y todo tipo de parafernalia pro-Trump.
Muchos se quedaron fuera del recinto en el que habló el presidente, con capacidad para unos 7.400 espectadores, y ante el que algunos hicieron cola durante toda la noche anterior para poder ver de cerca al multimillonario neoyorquino.
En su discurso, Trump recalcó el buen rumbo de la economía estadounidense, con niveles de empleo récord, y advirtió de que elegir a un presidente demócrata el próximo noviembre traería el desastre.
“Esta gente está loca. Están siguiendo los pasos de socialistas como Bernie Sanders”, dijo sobre el partido de la oposición, al que atacó sin cesar durante toda su intervención, que se extendió durante más de una hora.
“Los demócratas son ahora el partido de los impuestos altos, del crimen, de las fronteras abiertas, de los abortos tardíos, del socialismo y de la corrupción descarada”, clamó.
Sanders fue el nombre más repetido por Trump de entre todos sus potenciales rivales en las elecciones de noviembre y el presidente aseguró que las posturas de “extrema izquierda” están alejando a enormes números de demócratas del partido.
Hay un “éxodo masivo” desde el Partido Demócrata, opinó Trump, que aseguró que los republicanos les darán la bienvenida “con los brazos abiertos”.
Como ejemplo, el presidente señaló al congresista por Nueva Jersey Jeff Van Drew, que en diciembre se pasó del Partido Demócrata al Republicano tras rechazar el juicio político contra Trump y que este martes le acompañó sobre el escenario.
Ese proceso de “impeachment”, insistió Trump, es una “farsa” y un intento por parte de los demócratas de “robar las elecciones”.
El jefe del Ejecutivo insistió además en los puntos centrales de su campaña, entre ellos dureza en materia de migración, nuevas bajadas de impuestos y más firmeza en el ámbito del comercio internacional.
También defendió algunas de sus decisiones más controvertidas, como la de asesinar al poderoso general iraní Qasem Soleimani, lo que generó una fuerte ovación.
“Soleimani era responsable de haber matado y herido a miles de estadounidenses. Y estaba planeando activamente nuevos ataques, pero lo paramos en seco”, dijo Trump.
“No nos gustaba. Ya no está por aquí”, bromeó.