El Reino Unido se convertirá, una hora antes de medianoche, en el primer país que abandona la Unión Europea. Un momento histórico durante mucho tiempo incierto y que, con júbilo para unos y tristeza para otros, abre un futuro en solitario.
Como si fuera una metáfora de lo que para algunos han sido casi 47 años de preponderancia europea, el Brexit tendrá lugar en el último segundo de este viernes… en la Europa continental, que para los británicos serán las 23H00 (también GMT).
Un reloj proyectado en la famosa fachada de ladrillo negro de Downing Street, residencia oficial de Boris Johnson, marcará la cuenta atrás junto a un espectáculo de luces.
“Esto no es un final sino un comienzo”, debe afirmar el primer ministro en un mensaje a la nación televisado por la noche. Con un Brexit que durante mucho tiempo pareció imposible, Johnson se apunta una enorme victoria personal.
“Sé que están preocupados, como muchos británicos partidarios de la Unión Europea”, afirmaba la centrista Luisa Porritt, una de los 72 eurodiputados británicos que ahora pierden su escaño, en emotivos panfletos distribuidos puerta a puerta a sus votantes en el barrio londinense de Camden.
“Es la fecha más importante desde que Enrique VIII nos sacó de la iglesia de Roma”, dijo por su parte triunfante el líder eurófobo Nigel Farage, uno de los artífices, junto a Johnson, de la victoria del Brexit en la consulta de 2016, cuando 52% de los británicos votó por abandonar la UE.