Efectivos policiales con apoyo de agentes fiscales arrestaron este miércoles al presunto líder del Primer Grupo Catarinense, una de las organizaciones criminales brasileñas dedicadas al tráfico de drogas y armas, durante un allanamiento en la ciudad paraguaya de Capitán Bado.
Guillerme Vieira, con orden de captura en Brasil tras fugarse de una prisión de Río Grande do Sul, fue detenido junto a otros dos ciudadanos brasileños cuando se encontraban en una vivienda de esa ciudad, en el departamento de Amambay, frontera con Brasil, según el comunicado de la Fiscalía.
La fuente añadió que Vieira es un “objetivo de alto perfil” al ser considerado el líder de esa organización criminal.
El detenido tiene dos órdenes de captura pendientes por asociación criminal, tráfico de drogas y armas.
De acuerdo con el comunicado de la Fiscalía, el operativo fue producto de la colaboración de los centros de inteligencia policial de Paraguay y Brasil en el combate al crimen trasnacional.
Según algunos medios, el Primer Grupo Catarinense se dedica al tráfico de cocaína a gran escala desde Perú a Brasil, con tránsito por Paraguay.
En Paraguay operan desde hace años el Primer Comando de la Capital (PCC) y el Comando Vermelho, los dos principales grupos criminales de Brasil.
El PCC puso el mes pasado en jaque al Gobierno paraguayo con la fuga de más de 70 de sus integrantes de la cárcel de Pedro Juan Caballero, capital del departamento de Amambay.
El Gobierno sospecha que la fuga se llevó a cabo con la complicidad de las autoridades de la prisión.
Un total de 32 funcionarios penitenciarios de ese centro de reclusión, entre ellos el director y el jefe de personal, fueron detenidos e imputados por los delitos de liberación de presos, frustración de la ejecución penal y asociación criminal.
Hasta la fecha han sido capturados once de los 75 presos evadidos.
Fundado en 1993 durante una rebelión en una cárcel de Sao Paulo, el PCC ha expandido en los últimos años su actividad al tráfico de drogas y armas, especialmente en las regiones fronterizas, y también al rentable robo de cargas y contrabando de combustible.