El número de muertes por la nueva epidemia de coronavirus de China aumentó a 803 el domingo después de que la provincia de Hubei, afectada por el duro golpe, reportara 81 nuevas muertes.
Desde el viernes, el número el número superó al de las muertes causadas por el virus del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), que mató a 774 personas entre los años 2002-2003.
En su actualización diaria, la comisión de salud de Hubei también confirmó otros 2,147 nuevos contagios en la provincia central, donde surgió el brote en diciembre. Ahora hay más de 37.000 los casos confirmados en China.
Se cree que el nuevo virus surgió el año pasado en un mercado que vende animales salvajes en la capital de Hubei, Wuhan, la ciudad en el epicentro del brote, antes de extenderse por todo el país.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el sábado que el número de casos que se informan diariamente en China se está “estabilizando”, pero advirtió que era demasiado pronto para decir si el virus alcanzó su punto máximo.
Mientras tanto, un ciudadano estadounidense de 60 años diagnosticado con el virus murió el jueves en Wuhan, según la embajada de Estados Unidos.
Un hombre japonés de unos 60 años con una sospecha de infección por coronavirus también murió en el hospital de Wuhan, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores japonés.
Por el momento, las únicas muertes confirmadas fuera del continente son un hombre chino en Filipinas y un hombre de 39 años en Hong Kong.
Mascarilla obligatoria en Shanghai
La expansión de la epidemia llevó a las autoridades de Hong Kong a aplicar desde este sábado una cuarentena drástica de dos semanas a cualquier persona que llegue desde China continental. Quienes no respeten esta orden de confinamiento en hoteles o casas particulares se exponen a seis meses de prisión.
Las medidas de aislamiento también siguen vigentes en muchas ciudades chinas, donde decenas de millones de personas permanecen encerradas en sus casas.
La metrópolis de Shanghai, considerada el pulmón económico de China, exige el uso de mascarilla en lugares públicos.
Durante una visita esta semana a Wuhan, el vice primer ministro Sun Chunlan ordenó a las autoridades locales que adopten medidas de “tiempos de guerra” y les pidió incluso que rastreen la ciudad en busca de habitantes que tengan fiebre.
La localidad y la provincia de Hubei, de la que Wuhan es capital, llevan aisladas del mundo dos semanas por un cordón sanitario.
Cruceros bloqueados
Más allá de Hong Kong, muchos países endurecen las medidas que aplican contra las personas procedentes de China y aconsejan no viajar al país, al que la mayoría de las aerolíneas internacionales ya ha dejado de volar.
Además, miles de viajeros y tripulantes permanecen confinados en dos cruceros en Asia.
En Japón, el número de personas infectadas en el crucero “Diamond Princess” alcanzó los 64 casos este sábado, entre ellos un argentino. Unas 3.700 personas a bordo permanecen encerradas en los camarotes.
En Hong Kong, 3.600 personas corrieron la misma suerte en el crucero “World Dream”, donde ocho pasajeros dieron positivo.