En los últimos años mucho se ha hablado sobre el consumo de carne roja y sus efectos sobre la salud, lo que es un hecho es que los hábitos de vida de la sociedad actual se han derivado en un mayor consumo de productos proteicos; este suceso ha tenido que ver con diferentes factores desde la creciente industria de alimentos procesados, llevar un estilo de vida acelerado y con altos niveles de estrés, hasta las numerosas ofertas que ofrecen las grandes cadenas de fast-food.
La actual tendencia healthy propone una alimentación diferente, a grandes rasgos promueve que la base de nuestra dieta sean frutas y vegetales abundantes integrando el consumo de semillas, cereales integrales; como parte indispensable de sus principios propone comer cada vez menos carnes rojas y en general evitar la ingesta de productos procesados, comidas industrializadas, azúcares y grasas saturadas.
Hasta cierto punto nos alimentamos de manera inconsciente, es normal que pensemos muy poco en el impacto que tendrá lo que comemos en nuestro cuerpo, mucho menos lo haremos cuando se trata del medio ambiente. Lo que es un hecho es que disminuir el consumo de carne es una gran alternativa para mejorar nuestra salud y también es una buena manera de contribuir a un mejor planeta. Como cualquier cambio y más cuando se trata de romper un patrón de alimentación, al principio puede ser algo complicado; sin embargo poco a poco notarás grandiosos cambios en el funcionamiento de tu organismo. Si te interesa comer de manera diferente, alargar la esperanza de vida, prevenir enfermedades degenerativas y ser amigable con el planeta, estos consejos te serán de gran utilidad.
1. Opta por iniciar con un cambio gradual
Siempre será mejor iniciar poco a poco hasta llegar a un momento en que el cambio sea algo normal, inicia disminuyendo la ingesta de carnes rojas a una o máximo dos veces por semana; cuando logres consumirla sin problema una vez a la semana, una buena alternativa es suplirla por por carnes blancas y luego optar por pescados. Cuando logres acostumbrarte será muy sencillo pasar semanas sin comer carnes y encontrarás otros grupos de alimentos, que resultan una extraordinaria opción para suplir las carnes. ¡En cuestión de un mes ni te acordarás de la carne!
2. También bájale a los lácteos
Uno de los errores más comunes cuando intentamos limitar al máximo el consumo de carnes rojas, se encuentra en que tendemos a sustituir la ingesta de carnes con productos productos lácteos. Sin embargo se destacan por ser productos de origen animal, que normalmente se derivan en mala digestión e inflamaciones, procura optar por otros grupos de alimentos que brinden calcio y hierro.
3. Aumenta el consumo de vegetales
El mundo de los vegetales es inmenso y versátil, integra su consumo a lo largo del día de manera generosa y abundante. No te limites a las opciones más populares, un buen consejo es optar por los productos de temporada, son la mejor opción para obtener todos los nutrientes que el cuerpo necesita, son accesibles y siempre serán los más frescos del mercado. Busca crear nuevas combinaciones utilizando vegetales como base del platillo, agrega legumbres, cereales, semillas, especias, hierbas aromáticas ¡Todo les va de maravilla!
4. Investiga sobre los sustitutos de carne
Los productos animales no son la única fuente de proteína, de hecho existen grandes aliados de la naturaleza que se destacan por su origen vegetal y su alto contenido en proteínas. Aprende a seleccionar tus suplentes favoritos, como es el caso de las legumbres, los cereales y las semillas, también existen un sin fin de recetas en las que es sumamente sencillo suplir la carne.
5. No le tengas miedo a la creatividad
Uno de los puntos clave del éxito en un cambio de alimentación radica en la versatilidad y diversidad de los alimentos que consumes, si diario comes lo mismo te aburrirás rápidamente de los alimentos. En cambio si investigas y planeas sobre tus menús, será mucho más fácil tener variedad y divertirte creando nuevos platillos.
6. Enfócate en los beneficios
Probablemente al principio del cambio te cueste acostumbrarte, sin embargo es importante que tengas muy claros los beneficios que este tipo de alimentación traerá a tu vida. En pocos días sentirás las bondades del mundo vegetal y se verán reflejadas en mucho mayor energía, reducción de peso, mejor inflamación y una mejor digestión, los días débiles recuerda lo bien que te sientes al comer de esta manera.
La Opinión