Las autoridades de China tienen previsto comenzar en abril a probar en humanos vacunas creadas recientemente para hacer frente al nuevo coronavirus, que se ha saldado por el momento con 2.236 muertos en el gigante asiático y más de 76.000 infectados en todo el mundo.
Xu Nanping, viceministro de Ciencia y Tecnología, ha indicado a la cadena de televisión Channel News Asia que investigadores públicos y privados de todo el mundo se encuentran actualmente trabajando para desarrollar tratamientos y vacunas que permitan paliar el brote de coronavirus surgido en diciembre en la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei.
“Varios equipos de investigación están probando técnicas diferentes para desarrollar una posible vacuna y se espera que la primera vacuna pueda ser sometida a exámenes clínicos a finales de abril”, ha afirmado.
Así, ha explicado que el desarrollo de vacunas por parte de China avanza actualmente “a la par que en otros países”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó el martes de que el proceso para aplicar vacunas en un intento de frenar el coronavirus podría llevar un año. El director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha expresado que la “vacuna podría tardar entre 12 y 18 meses”.
El Gobierno de China ha puesto en marcha por el momento cinco formas distintas de abordar la crisis sanitaria, entre las que se encuentra el desarrollo de una vacuna, el uso de la ingeniería genética para producir proteínas que actúen como antígenos o la modificación de vacunas ya existentes, como la que se utiliza frente al Influenzavirus A.
Aunque el epicentro del coronavirus está en Wuhan y la mayoría de casos se registran en China, se han detectado casos en otros países del sureste asiático, Europa y América. La OMS declaró la emergencia sanitaria internacional a finales de enero y ha pedido a la comunidad internacional que redoble sus esfuerzos.
Los datos de fallecidos por el brote del nuevo coronavirus superan a los registrados a causa del brote de SARS o síndrome respiratorio agudo que se detectó por primera vez en 2002. En 2003, más de 600 personas habían muerto en China a causa de este virus, mientras que la cifra a nivel global alcanzó los 765 fallecidos.