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A finales del año pasado, las autoridades sanitarias chinas informaron la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre un grupo de 27 casos de neumonía de etiología desconocida, que incluía siete casos graves, relacionados con la exposición común a un mercado mayorista de pescado en la ciudad china de Wuhan. Días después, se identificó como agente causante del brote un nuevo tipo de virus de la familia Coronaviridae, denominado SARS-CoV-2 o, más comúnmente, coronavirus. Desde entonces, sobre este nuevo virus han aflorado muchas dudas e interrogantes, que aquí se intentan resolver:
¿Cómo se transmite y cuánto tiempo puede durar el periodo de incubación?
Por contacto estrecho con las secreciones respiratorias que se generan con la tos o el estornudo de una persona enferma. Estas secreciones pueden infectar a otra persona si entran en contacto con la nariz, los ojos o la boca. El período de incubación es de entre dos días y un máximo de catorce.
¿Qué síntomas tiene?
Son similares a los de la gripe común, tales como fiebre, dificultad para respirar, tos o malestar general. Sólo en los casos más graves puede causar neumonía y otras complicaciones. Los casos más graves, generalmente, suceden en personas mayores o que padecen alguna enfermedad cardíaca, pulmonar o problemas de inmunidad. Hay que recordar que el 80% de los casos de este coronavirus son leves.
¿Cómo se trata?
Por ahora no hay ningún tratamiento específico, pero hay muchos tratamientos para controlar los síntomas, por lo que la asistencia sanitaria puede mejorar el pronóstico.
¿Hay riesgo de contraer la enfermedad si se viaja a zonas afectadas?
Teniendo en cuenta que la OMS declaró el brote del nuevo coronavirus como emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII), es aconsejable evitar viajes innecesarios a las zonas afectadas. Si es inevitable viajar, para reducir el riesgo de infección, se recomienda, entre otros:
• Evitar el contacto cercano con personas que padecen infecciones respiratorias agudas y presentan tos, estornudos, etc.
• Lavarse frecuentemente las manos, especialmente después del contacto directo con personas enfermas o su entorno.
• Evitar consumir productos de origen animal (carne o alimentos poco cocinados o crudos).
