San Salvador, EFE.- El Salvador podría vivir la crisis económica más grave de su historia por los efectos provocados por la pandemia del coronavirus, ya que en este país, al igual que en muchos otros, la actividad productiva prácticamente está parada.
“Estamos a las vísperas de una de las crisis más graves de la historia, posiblemente la caída en la producción nacional vaya ser mucho más significativa que la que sucedió entre los años 2008-2009 (provocada por la crisis financiera originada en los países desarrollados)”, dijo este jueves a Efe el economista Ricardo Castaneda.
El experto indicó que el mismo Banco Central de Reserva (BCR) en sus primeras estimaciones señala que “la economía puede caer hasta un 4 % y de continuar así la caída puede ser aún mayor, es decir que el país puede caer en una recesión económica”.
De acuerdo con las proyecciones del BCR y según las perspectivas divulgadas por organismos internacionales, “el país podría enfrentar una contracción económica en un orden superior a la crisis experimentada en 2009 que podría estar en un rango entre -2 % y -4 %”.
Castaneda apuntó que en El Salvador “recién estamos empezando a ver los efectos de una pequeña ola, pero la ola más grande todavía está por venir y quizá la mayor preocupación es que se está enfrentando esta situación como si fuera una carrera de 100 metros cuando realmente lo que estamos recorriendo es una maratón”.
El economista lamentó que no se tengan las soluciones adecuadas para enfrentar la crisis, ya que “hoy por hoy hay un falso dilema entre si se debe salvaguardar la vida y la salud de la población o la economía, cuando en realidad deben ser ambos”.
Señaló que una de las cosas que le parecen alarmantes “es que hasta este momento no exista una sola solicitud (del Gobierno) a la Asamblea Legislativa para aumentar el presupuesto de salud, para recaudar y quitar recursos de otros instituciones que en estos momentos no son prioritarias”.
“Ante una pandemia de esta naturaleza, realmente el panorama es muy poco alentador, por eso la importancia de que todos los recursos que se vayan a utilizar se utilicen de manera estratégica, eficiente y efectiva, pero también transparente”.
DEUDA PÚBLICA
Recientemente, el Parlamento autorizó al Gobierno emitir títulos valores o la suscripción de préstamos hasta por 2.000 millones de dólares para atender la emergencia sanitaria generada por la pandemia del COVID-19 y para impulsar la economía, pero esto podría generar más deuda pública para el empobrecido país.
Según el economista, los que pasa en el país es que los niveles de deuda pública ya eran altísimos, antes de la aprobación de dicho fondo, ya que por cada 100 dólares que se producían, 72 dólares ya se debían.
Consideró que si la economía salvadoreña cae en un 4 % “es muy posible que el próximo año los niveles de deuda sobrepasen el 90 % del PIB (producto interno bruto), es decir que por cada 100 dólares que se producirían 90 ya lo vamos a deber”.
“Si no se gestiona de manera adecuada la deuda, en los próximos años vamos a tener que, además de estar intentando recuperar la economía, estar pagando las deudas que tenemos”, añadió.
AUMENTAR LA RECAUDACIÓN
Para Castaneda, el endeudamiento de este momento implica más impuestos más adelante, por lo que se deben buscar mecanismos para aumentar la recaudación sin afectar a los más vulnerables y “tomar como base uno de los principios es de justicia social y capacidad de pago que es que aquí quien tiene más tendrá que asumir más el costo de las crisis”.
El experto sugiere “no poner más carga a los grupos más afectados por la crisis”.
Señaló que El Salvador es “el único país en América Latina que no tiene un impuesto a la propiedad y que otorga privilegios fiscales, lo que genera que el Estado deje de percibir 750 millones de dólares”.
Castaneda indicó que en concepto de evasión de impuestos, solo en IVA (Impuesto al Valor Agregado) se deja de percibir alrededor de 500 millones de dólares anuales, a lo que se suma la evasión de impuesto sobre la renta, por la que se deja de percibir 1.000 millones de dólares.
CRECIMIENTO ECONÓMICO
El PIB de El Salvador registró un crecimiento de 2,3 % para el año 2019, por debajo del 2,5 % de 2018, según el BCR.
Esto, de acuerdo con Castaneda, se llama desaceleración económica y para 2020 “lo que se tendrá es una recesión económica, es decir, vamos a retroceder y la caída en la producción va hacer la caída más grande en la historia de la economía salvadoreña”.
“Estamos frente a una tormenta perfecto, no solo por lo que está pasando en nuestro país, sino a nivel mundial”, apuntó.
El economista subrayó que también se deben tomar medidas adecuadas para amortiguar la caída de las exportaciones y las remesas, llegadas mayormente de Estados Unidos, país que, de acuerdo con Castaneda, también sufrirá una fuerte crisis económica.