Lima.- El líder y fundador del grupo terrorista Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, ha presentado una solicitud de medida cautelar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con el argumento de que su vida y su salud se encontrarían en riesgo por la pandemia del COVID-19 en Perú.
El recurso fue entregado este martes por el abogado Alfredo Crespo, el defensor de Guzmán, según informó la Comisión de Derechos Humanos (Comisedh), que afirmó que la salud del cabecilla de Sendero, quien cumple cadena perpetua en la base naval del puerto limeño del Callao, “no está en riesgo” por el coronavirus.
Tras manifestar su “preocupación” por esta solicitud, la Comisedh instó este miércoles al organismo internacional a “no dejarse engañar por argumentos descontextualizados y ajenos a la realidad”.
Detalló que el pasado 24 de marzo, Crespo presentó un hábeas corpus ante la justicia peruana en el que solicitó que Guzmán cumpla su condena a cadena perpetua en arresto domiciliario, pero esa petición “ha sido rechazada” por un juzgado penal “y queda pendiente resolver su apelación”.
La Comisedh sostuvo que, en su otra solicitud ante la CIDH, Crespo argumentó que el sistema penitenciario peruano se encuentra “en emergencia” por el hacinamiento carcelario.
Agregó, sin embargo, que “lo que no dice Guzmán y su defensa” es que en la prisión de la base naval del Callao, que está a cargo de la Marina de Guerra, “no existe hacinamiento, pues no hay más de 10 internos y Guzmán tiene, para él solo, dos ambientes”.
“Además, cuenta con personal médico que les brinda atención permanente y exclusiva”, remarcó.
La Comisedh destacó que “la situación de Guzmán Reynoso es muy distinta, pues cuenta con privilegios con los que no cuenta ninguno de los casi cien mil internos de los 68 penales del Perú”, por lo que instó a la CIDH “a no dejarse engañar por argumentos descontextualizados y ajenos a la realidad del solicitante”.
El organismo recordó que Guzmán y sus principales lugartenientes fueron condenados el 13 de octubre de 2006 a cadena perpetua por los atentados y asesinatos que cometió Sendero, entre ellos la masacre de Lucanamarca, ocurrida en 1983, que fue “el hecho que aportó contundentes pruebas para la sentencia condenatoria”.
“Comisedh acompañó a los familiares de las víctimas en su búsqueda de justicia y, desde esa fecha hasta el momento, viene desarrollando acciones para recomponer el tejido social destruido a consecuencia del conflicto armado interno”, concluyó.
Fuente EFE