Managua, EFE.- Las clases en las escuelas públicas, en la modalidad de primaria y secundaria, así como en las universidades estatales, se reanudaron este lunes después de las largas vacaciones por la Semana Santa, y en medio de la pandemia del coronavirus que se ha cobrado la vida de dos personas en el país.
Los estudiantes regresaron a las aulas y la mayoría de ellos lo hicieron sin medios de protección, como mascarillas o guantes, según constató Efe.
El asesor presidencial en temas de educación, Salvador Vanegas, dijo a medios oficiales que en los colegios públicos activaron los protocolos del Ministerio de la Salud relacionados con las medidas de prevención ante la COVID-19, entre ellos el lavado de manos.
Una cantidad considerable de estudiantes no acudieron al reinicio de clases por decisión de sus padres, que, según dijeron a medios locales, prefieren que sus hijos pierdan clases en vez de exponerlos a un posible contagio del coronavirus.
UNIVERSITARIOS TAMBIÉN
Los estudiantes de las universidades públicas también fueron citados por el Consejo Nacional de Universidades (CNU) para reanudar las clases este lunes.
Los estudiantes de Nicaragua, en todos sus niveles, salieron de vacaciones el pasado 3 de abril, con motivo de la Semana Santa, y la mayoría fue citada para regresar este lunes, sin embargo, los alumnos de diferentes facultades de universidades estatales advirtieron que no harían presencia hasta que la pandemia esté controlada.
La actitud de los estudiantes ha sido tomada por las autoridades del CNU como un acto de rebeldía política, según han advertido algunos integrantes de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), compuesta por alumnos que exigen se respete la Ley de Autonomía Universitaria frente a los intereses del presidente Daniel Ortega en los centros de estudio.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos, así como médicos y otros científicos, han expresado su preocupación por la forma en que Ortega maneja la crisis sanitaria, con base en que no es posible que el coronavirus SARS-coV-2, que causa la enfermedad de COVID-19, se comporte en Nicaragua de una manera distinta a la del resto del mundo.
DIEZ CASOS, CON DOS MUERTOS
El Ejecutivo nicaragüense también sobresale por mantener activas las ligas deportivas y promover actividades multitudinarias en medio de la pandemia.
El Gobierno de Ortega hasta ahora únicamente reconoce diez casos de COVID-19, incluyendo dos muertos, niega que haya transmisión local comunitaria y sigue sin precisar el número de pruebas que ha realizado hasta ahora.
Nicaragua, a diferencia del resto de países de Centroamérica, no ha decretado ningún tipo de emergencia por la pandemia, ni ha ordenado la suspensión de las clases.
Tampoco ha restringido de forma oficial la entrada ni movilidad en su territorio a ningún viajero y sus autoridades han dicho que no establecerán ningún tipo de cuarentena.