El exmilitar Gavazzo es condenado a 25 años por un crimen en la dictadura en Uruguay

Montevideo, EFE.- El exmilitar José Nino Gavazzo fue condenado este miércoles por la Justicia uruguaya a 25 años de prisión como “coautor penalmente responsable” de un “homicidio muy especialmente agravado”, ocurrido durante la dictadura cívico-militar que vivió el país entre 1973 y 1985.

Así lo indica la sentencia del caso, a la que tuvo acceso Efe, en la que se señala que la condena se debe a la muerte del docente y periodista Julio Castro, quien fue visto por última vez por su familia 43 años atrás y cuyos restos fueron hallados en 2011 en un predio militar.

Si bien no pudo determinarse quién ejecutó materialmente a Castro, la sentencia indica que “ha quedado plenamente probado que el organismo represivo que estuvo al frente de la aprehensión y cautiverio de Julio Castro ha sido el Servicio de Información y Defensa del Ejército comandado por el encausado”.

Además, indica que su muerte “ocurrió en dependencias bajo el dominio militar y como directa consecuencia de la acción u omisión de militares”.

“El enjuiciado en el curso de un operativo desplegado en represión de actividades contrarias al gobierno de la época, comandando el operativo, asistido de otros integrantes del Servicio de Información de Defensa del Ejército, materializó la detención, desaparición, tortura y ejecución de la víctima”, subraya la sentencia.

Por otra parte, el texto puntualiza que “las evidencias constatadas al examinar los restos óseos de Castro ponen de manifiesto una conducta positiva, comisiva, por cuanto fue objeto de un disparo de arma de fuego en su cráneo”.

Por esto, la sentencia concluye que Gavazzo “es responsable de la muerte de Julio Castro, bajo cuyo mando se hallaban las personas que lo detuvieron, torturaron y asesinaron, si es que no lo hizo él mismo”.

Castro, nacido en 1908, fue uno de los fundadores del semanario ‘Marcha’ e integrante de una lista del Frente Amplio, coalición de izquierdas que gobernó Uruguay entre 2005 y 2020.

Su desaparición fue denunciada ante un juzgado en lo Penal por su hijo, Julio Castro Ures, en 1985.