Médicos especialistas en la conducta humana plantean las secuelas negativas que producen el confinamiento por el coronavirus, que abarcan desde desestabilización de la vida cotidiana, la salud, la economía y principalmente los aspectos emociones.
La psicóloga Rafaela Burgos y el psiquiatra Secundino Palacios explicaron que el impacto negativo del encierro comienza a tener efectos en pacientes que buscan ayuda de especialistas, de acuerdo a sus argumentaciones expresadas en el programa Nuria Investigación Periodística.
Palacios dijo que el confinamiento se expresa en la ansiedad en los adultos, palpitaciones, visión borrosa, diarrea.
Explicó que algunos afectados sienten que el corazón le late más, con sensaciones de que se le saldría del cuerpo.
El psiquiatra manifestó que se puede somatizar que tiene los síntomas propios del coronavirus, diagnosticarse fiebre, sentir que tiene tos y otros males asociados a la enfermedad.
“Todo lo que he visto son pacientes en pleno pánico desde adolescentes, que le falta el aire, dificultad para respirar; el paciente que está en pánico; hay más pacientes panicosos, que pacientes con coronavirus”, opinó Palacios.
Mientras que la doctora Burgos consideró que el confinamiento tiene una serie de efectos, empezando por la “sensación de pérdida de control sobre nuestras vidas, nuestras decisiones, nuestras rutinas habituales, todo eso da una sensación de que todo cambio y no puedo controlarlo”.
También consideró que el exceso de información no ayuda, debido a que constantemente se busca el WhatsApp para saber de las nuevas informaciones y la evolución del COVID 19.
Opinó que lo ideal es poder desarrollar un pensamiento crítico ante el bombardeo de informaciones.
“Hay gente que lo siente más en el patrón del sueño, se le altera el sueño, no duermo bien, despierto asustado, otras personas lo van a sentir más en su capacidad de concentrarse
Mientras que el caso de Glenmer Pérez, quien se dedica a cantar en eventos, el encierro ha activado su ansiedad, no sólo por la incertidumbre que le provoca el no saber el impacto que pudiera tener la pandemia en su vida, sino también por los días de encierro que va sumando.
“Las dos primeras semanas para mi fueron aterradoras te lo digo, porque me sentí presa, me sentía muy sola”.
Explicó que la situación de stress y pánico le hicieron tomar medidas extremas de seguridad, que terminanaron haciendole daño.
También el especialista en la conducta humana, Luis Vergés, consideró que algo importante a tomar en cuenta con los niños es que “no podemos presionar a los niños que sean ellos que se adapten a nosotros los adultos, eso es un error que comenten muchos padres en circunstancias como esta”.