Redacción Internacional, EFE.- En solo una semana, el COVID-19 ha extendido su amenaza del norte al sur del continente americano. De centrar en EE.UU., donde se registran 1,5 millones de infectados con epicentro en Nueva York, su ataque más directo, ha desviado su virulencia hacia Suramérica, específicamente a Brasil, que se ha convertido en el segundo país del mundo por contagios.
En América ya se totalizan 2,2 millones de contagios por coronavirus, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y Brasil sobrepasó a Rusia en número de casos tras registrar 20.803 nuevas infecciones en un día, con lo que llegó a 330.890, situándose tan solo por detrás de EE.UU.
EL TRÁNSITO DEL COVID EN UNA SEMANA
El lunes pasado, América Latina superaba las 30.000 muertes, según la Universidad Johns Hopkins, y este viernes la OMS informó que en toda la región han fallecido por coronavirus más de 34.000 personas y hay 617.000 contagios.
Pero el martes se comenzó a evidenciar la situación crítica en Brasil, donde se presentaban 271.628 casos confirmados y 17.971 muertes, y más tarde las alarmas se incrementaron cuando Perú señaló el miércoles que llegaba a 104.020 infectados con 3.024 muertes, avisando que la situación en sus hospitales era difícil.
Asimismo, Argentina cumplía dos meses en cuarentena y entra a la etapa más difícil a la espera del pico de casos (8.809 enfermos y 394 defunciones) mientras se profundiza su crisis económica.
Todo esto mientras las cifras siguen aumentando minuto a minuto y después de que el jueves se conoció que se superaron los 5 millones de contagios y las 330.000 muertes mundiales.
LA ALARMA ANTE BRASIL
Este viernes, la OMS señaló que el elevado número de infecciones está generando que América del Sur “se esté convirtiendo de cierto modo en el nuevo epicentro” de la pandemia, como afirmó el director de su Programa de Emergencias Sanitarias, Mike Ryan.
Esto en gran medida por Brasil, que llegó hoy a 21.048 muertos, tras registrar 1.001 nuevos decesos, un número levemente menor que el récord de 1.188 contabilizado el jueves.
Mientras Sao Paulo, el estado más afectado del país, ha registrado 76.871 casos y 5.773 muertes, lo que supone casi el 30 % del total de óbitos en el país, Río de Janeiro le sigue con 3.657 fallecimientos, con una tasa de letalidad por COVID-19 del 12,7 %, casi el doble del promedio nacional del 6,5 %, según informó el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Pese a que la mayoría de casos se concentran en esos dos estados, la OMS expresó su preocupación por la situación en la vasta región amazónica del país (norte), cuya infraestructura hospitalaria es deficitaria, y en Pernambuco (noreste).
EL ROSTRO INDÍGENA DE LA CRISIS: AMAZONAS
La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, aseguró el pasado martes que los casos de COVID-19 en la cuenca del Amazonas ya ascienden a 20.000, “donde la repercusión tiende a ser el doble de alta”, dado el subregistro imperante en toda la zona.
Según la Coordinación de las Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (COIAB), hasta ese día se contabilizaron 145 casos sospechosos, 435 confirmados y 91 muertes de indígenas en los territorios de Mãe Maria y Trocará (estado de Pará), Alto Rio Negro y Medio Rio Negro (Amazonas) y Tabalascada (Roraima).
Bolivia no es la excepción. La compleja situación de la región amazónica de Beni con 902 casos confirmados y 57 muertes derivó en la declaración de desastre sanitario departamental y en la búsqueda de cooperación para obtener insumos y recursos humanos con autoridades de un estado de Brasil para afrontar la pandemia.
PERÚ: DUODÉCIMO EN EL MUNDO, SEGUNDO EN LA REGIÓN
Con un registro para hoy de 108.000 casos detectados y 3.100 fallecidos, alcanzando la cifra récord en un día de 4.550 nuevos contagios, Perú es el segundo país de la región y el duodécimo en el mundo con más infecciones por el coronavirus.
A esto se suma que las unidades de cuidados intensivos están llegando a su límite, con el 80 % de cobertura, lo que llevó a las autoridades a confirmar que la situación es crítica.
Pese a los malos datos, el Gobierno decidió flexibilizar el escenario de aislamiento social que rige desde hace 68 días y abrir una economía en “caída libre” mientras la enfermedad se encuentra en pleno apogeo sin visos de detener su expansión.
Con las miradas centradas en estos dos países, Chile contabilizó en las últimas 24 horas 4.276 nuevos casos de coronavirus, lo que elevó la cifra total a 61.857, y se registraron 41 decesos, para un total de 630, y Ecuador presenta 3.056 fallecidos oficiales, 1.892 probables y 35.828 positivos.
CENTROAMÉRICA, ENTRE REPATRIADOS Y EL QUITE AL VIRUS
Mientras que 7.900 hondureños regresan repatriados a su país desde distintos puntos en el mundo, en Guatemala ya se cumplieron dos meses bajo toque de queda a la espera de lo peor, tras batir el jueves su propio registro de casos en un solo día con 247 contagios de coronavirus.
En El Salvador, el presidente Nayib Bukele todavía no lima asperezas con el Legislativo y presentó una nueva propuesta de ley de emergencia para enfrentar el COVID-19 y de reapertura de la economía, iniciativa que los diputados dejaron para discutir el lunes.
REZAR: LA ALTERNATIVA DE EE.UU.
Entretanto, una de las maneras en las que EE.UU. busca reactivar su vida social es con la nueva autorización del presidente Donald Trump a las iglesias de reabrir sus puertas. “Ahora mismo”, dijo, durante este fin de semana, y amenazó con suspender la autoridad de los gobernadores si no lo permiten, lo que legalmente no es factible porque la decisión corresponde a las entidades locales y estatales.
En una rueda de prensa, Trump anunció la designación como “lugares esenciales” de las iglesias, sinagogas y mezquitas, asegurando que EE.UU. “necesita más rezos, no menos” como forma de combatir el COVID-19.