Unos mil transportistas varados desde hace más de una semana en la frontera de Nicaragua con Costa Rica, piden a ambos gobiernos que lleguen a un acuerdo que les permita seguir camino a sus destinos.
Los trabajadores del volante se pasan los días junto a sus vehículos y las gestiones que han emprendido en busca de una solución.
Se calcula que la fila de camiones varados en el lado nicaragüense de la frontera con Costa Rica, se extiende por 30 kilómetros.
Decenas de ellos sobreviven de la venta de comida ambulante.
El conflicto fronterizo entre Costa Rica y Nicaragua se originó desde el pasado 18 de mayo cuando el gobierno del presidente Carlos Alvarado, intensificó los controles sanitarios a los transportistas para prevenir el COVID-19.
Dirigentes de los transportistas en el parque de Rivas esperan por una solución rápida a su situación.
Para saciar la sed un camión cisterna lleva agua potable a los transportistas varados en la frontera.
El gobierno costarricense tomó la decisión tras reportarse varios casos de conductores contagiados.
RSA fuente VOA
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