Asunción, EFE.- La Fiscalía paraguaya decomisó este miércoles muestras de tapabocas, protectores faciales y trajes de seguridad en los depósitos del Ministerio de Salud en el marco de la investigación abierta por presunta corrupción en la compra de esos equipos para la lucha contra el COVID-19.
El fiscal Osmar Legal dijo a los medios que decomisaron una muestra de cada producto para corroborar cuestiones técnicas vinculadas con la documentación, la remisión y el rechazo de esos productos por parte del Ministerio de Salud.
Legal, citado en una nota de prensa de la Fiscalía, explicó que se están analizando además los documentos del proceso de compra, adjudicada a principios de abril a las empresas Imedic y Euritec.
Ello, luego de que el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, anulara este lunes de forma total y unilateral los contratos con esas empresas tras la denuncia penal que instauró el domingo ante la Fiscalía.
Mazzoleni precisó además que siete funcionarios de las oficinas encargadas del proceso de evaluación y adjudicación están sujetos a un sumario administrativo para determinar la responsabilidad de cada uno.
La Contraloría General de la República denunció la semana pasada “vicios en todo el proceso”, ejecutado de forma abreviada por la vía de la excepción presuntamente para favorecer a las proveedoras cuestionadas.
En este sentido, se pronunció igualmente un organismo de supervisión creado expresamente por el presidente del país, Mario Abdo Benítez, para transparentar las compras públicas en el marco de la emergencia sanitaria por el COVID-19.
La rescisión del contrato, por valor de 12 millones de dólares, dejó sin efecto la entrega de 6 millones de mascarillas quirúrgicas, 50 camas hospitalarias, 80.000 trajes de protección, 40.000 protectores faciales, 30.000 protectores oculares y 1,7 millones de mascarillas N95.
Las autoridades sanitarias rechazaron el 29 de abril pasado una primera partida de esos productos como protectores oculares y camas por no reunir los requisito establecidos en los pliegos de base.
El fortalecimiento de la sanidad pública fue uno de los objetivos del Gobierno cuando decretó la cuarentena a principios de marzo, con la intención de frenar la propagación de la pandemia en el país y a la vez para dar tiempo al Ministerio para dotarse de materiales.
Tras los primeros casos de COVID-19, el 7 de marzo pasado, Paraguay ha logrado mantener a bajos niveles la transmisión del coronavirus, pero la gestión de Abdo Benítez, y la de Mazzoleni, se ha visto salpicada por denuncias de corrupción en compras de insumos médicos en tiempos de pandemia.
Las primeras denuncias motivaron la renuncia de los responsables de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) y Petróleos Paraguayos (Petropar).
Paraguay registra desde el 7 de marzo 884 positivos, de los que 392 se han recuperado y 11 han fallecido.