Cuando un familiar desaparece sin dejar rastro alguno en circunstancias sospechosas necesitas saber y más que todo necesitas una respuesta.
La incertidumbre y la angustia que se cosecha desde el día cero de reportar una desaparición hace que a todas las posibilidades le den vueltas una y otra vez.
Desde el año 2018 se abrieron formalmente un total de 292 casos de personas desaparecidas, de los cuales 81 permanecen abiertos.
En Azua, hay dos familias que no tienen descanso y que han gastado la suela de sus zapatos buscando por todo el país a de Nurys Matos Mancebo, una ama de casa de 39 años, con cinco hijos, desaparecida desde la noche del 16 de julio del año pasado; y de Anyeli Midanelly Camacho Soto, de 32 años, también ama de casa y con 3 hijas, quienes la vieron por última vez la noche del 8 de diciembre de 2019.
De acuerdo al Departamento de Personas Desaparecidas de la Policía Nacional se reciben a diario unas 5 denuncias de desaparecidos, de los cuales el 90% se resuelven dentro de las primeras 24 horas y no pasan a ser una denuncia formal, para los que no se encuentran dentro de ese período de tiempo se abre un expediente formal.
Desde el año 2018 se abrieron formalmente un total de 292 casos de personas desaparecidas, de los cuales 81 permanecen abiertos.
En Azua, hay dos familias que no tienen descanso y que han gastado la suela de sus zapatos buscando por todo el país a de Nurys Matos Mancebo, una ama de casa de 39 años, con cinco hijos, desaparecida desde la noche del 16 de julio del año pasado; y de Anyeli Midanelly Camacho Soto, de 32 años, también ama de casa y con 3 hijas, quienes la vieron por última vez la noche del 8 de diciembre de 2019.
Ambas historias tienen puntos en común, la primera en desaparecer, Nurys Mancebo se encontraba sola en su casa ubicada en la localidad de Los Mangos de Cuca, Azua. Su marido, con el que vivía desde hacía 8 años, se despidió de ella en horas de la mañana y se fue a trabajar al conuco hasta el día siguiente.
Su hermana, que vivía a escasos metros, también dice haberla visitado en horas de la tarde luego de que su marido se fuera y que esta le comentó que tenía que ir a la comprar comida, pero nunca llegó a hacer esa diligencia.
Los vecinos afirman que no la vieron salir y tampoco vieron entrar a nadie en la casa. Su esposo relata que como era su costumbre la llamó por teléfono ya por la noche antes de acostarse a dormir y consiguió hablar con ella.
En horas de la mañana, cuando ninguno de sus familiares consiguieron comunicarse con ella por vía telefónica, empezaron a sospechar que algo estaba mal. Su hermana y su cuñado, fueron a buscarla a su casa, pero la encontraron cerrada con candado, la persiana abierta y la luz del interior encendida, al no haber respuesta esperaron la llegada del marido de Nurys para poder entrar a la casa. Todo lo encontraron igual, estaba la cartera con los documentos y tarjeta del banco, toda su ropa y la llave, pero Nurys Matos había desaparecido y también sus teléfonos celulares que hasta la fecha se encuentran apagados.
En cuanto a Anyeli Camacho Soto, igualmente se encontraba en su casa de las Charcas de Azua, sus 3 hijas, que comparten residencia con ella, la vieron por última vez. Dormían juntas y en horas de la madrugada la hija mayor dice que la escuchó ir al baño y que cuando despertó a las 6 de la mañana para ir al colegio, encontraron el celular y todas las pertenencias de su madre, la casa cerrada con candado, pero ni rastro de ella.
A ambas mujeres parece que se las haya tragado la tierra, no hay prueba alguna de violencia, sin embargo la Policía de Azua ya detuvo a sospechosos para los casos, que en principio no tienen relación entre sí.
En custodia ya se encuentra Eduardo de Jesús Martínez, alias Alberto, quien era amigo Rafael Pimentel, Esposo de Nurys Matos y que mediante un rastreo del teléfono de la desaparecida se encontraron tres llamadas de él, una de ellas realizada muy cerca de la vivienda de la desaparecida.
Cuando se detuvo a Eduardo Martínez para preguntarle sobre las llamadas al teléfono de la desaparecida, se le ocupó una pistola que negó haberla usado con Nurys Matos, pero confesó que en fecha 18-5-2017, le hizo dos disparos a Marta Cesarina Encarnación, que era su concubina en Ocoa y que lo acusó de violación a una menor, por lo que tuvo que pagar cárcel y la suma de Quinientos mil pesos (RD$500,000.00) y que por eso desde que salió en libertad la buscó y la mató.
Otro sospechoso interrogado por la policía, y que recientemente fue detenido por la policía, Miguel Ángel Pinales Soriano, este por el caso de Anyeli Camacho, también era amigo del marido de la desaparecida y sus familiares dicen estar seguros de que esa persona conoce el paradero de Anyeli.
Miguel Pinales, quien fuera interrogado por la policía por la desaparición y puesto en libertad por falta de pruebas, finalmente fue capturado pero por violación a una de las hijas de la desaparecida. Lo curioso de este caso es que el sospechoso del rapto de Anyeli es tío de Nurys, lo que en un principio cultivó la teoría de que pudiese estar implicado en la desaparición de ambas mujeres.
Sin embargo, la hipótesis de los investigadores de la Policía Local que llevan los casos es distinta, ellos descartan la trata de blancas, y aseguran que el móvil son los celos de estos hombres, que se veían a escondidas con ellas y que por un altercado les dieron muerte y las enterraron. Ya que los últimos en llamarlas esa noche fueron los sospechosos.
Para la Fiscalía todas las hipótesis son posibles en los casos de desaparición como estos y que por tanto las investigaciones seguirán su rumbo, pero que hasta que no haya evidencias de homicidio o de rapto, no se puede procesar a las personas sospechosas de un caso de desaparecidos, así que mientras tanto esos crímenes permanecen abiertos.
Esta información fue obtenida del programa Nuria Investigación Periodística.