El vicepresidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Guillermo Caram, considera que ante el mal manejo que el Gobierno ha dado a la crisis sanitaria en materia económica en el país, unido a la caida de un 7.5 por ciento cada año, la nación se podría enfrentar a la crónica de un colapso anunciado de la economía.
“La caída anualizada de la economía dominicana de 7.5%, el derrumbe en abril de 30%, el millón de trabajadores dominicanos inscritos en el desempleo que se suman a los desempleados e informalidad preexistentes y el aumento de la tasa de cambio a pesar de haber inyectado US$ 2,250 millones al mercado, constituyen crónica de un colapso anunciado consecuente de las políticas gubernamentales conspiradoras contra nuestra economía, afirma el ex gobernador del Banco Central.
Califica de una conspiración contra la economía para sustentar políticas asistencialistas y sociopopulistas. Y de clientelismo político, aparentemente de cara a las próximas elecciones.
“Pero esas políticas asistencialistas le va a pasar factura muy cara a la vertiente social de nuestra economía vía desempleo, insatisfacción de necesidades, devaluación e inflación; revirtiéndose en contra de toda la población, incluyendo los propios beneficiados del asistencialismo gubernamental cuando el gobierno los convierta en cenizas una vez los suspenda después de las elecciones”, dijo.
Añade que no podían esperarse otros resultados económicos habida cuenta las siguientes características de las políticas gubernamentales:
1. La mala concepción de esas políticas gubernamentales. En lugar de alentar el mayor mantenimiento posible de la producción brindando facilidades fiscales y financieras a las empresas alrededor del incremento de gastos en que incurrirían para cumplir los protocolos sanitarios, el gobierno recurrió al simplismo de prohibir operaciones.
2. Esas prohibiciones, todavía parciales de muchas operaciones empresariales, se efectuó asumiendo el gobierno las nóminas de las empresas cerradas que convirtieron en una especie de empleados públicos o subsidiados a trabajadores privados que ganaban su sustento produciendo con dignidad.
3. De esta manera el gobierno consolidó y fomentó la cultura de dependencia de trabajadores privados hacia el Estado, inhibiendo sus iniciativas y capacidad de emprendimiento productor de bienes y/o servicios
4. La autorización precitada de apertura vía la socialización tardía de los protocolos sanitarios correspondientes sin que le diera tiempo a las empresas a asumir los preparativos de lugar para comenzar a producir
5. El mantenimiento de empresas cerradas, total o parcialmente, en circunstancias que el Banco Central brindaba simultáneamente facilidades financieras para activarlas, en pesos y en dólares; induciendo la tentación que dichas facilidades se quedaran circulando en cúpulas bancarias y empresariales con el consecuente riesgo de fomentar la dolarización de la economía.
En ese orden, manifestó que abriga la esperanza que en las próximas elecciones surja un gobierno aliado de la economía en lugar de la conspiración que se observa en la actualidad.
RSA