Nueva York, EFE.- La ciudad de Nueva York renombrará calles con mensajes del movimiento “Black Lives Matter” (La vida de los negros importa), como una medida más que se suma a una serie de reformas policiales que se espera que aprueben en las próximas horas los legisladores locales y estatales para combatir la brutalidad policial y el racismo, según anunció este lunes el alcalde, Bill de Blasio.
De Blasio invitó a su rueda de prensa a activistas defensores de la justicia racial con los que se reunió este domingo en su residencia oficial, que expresaron que es “momento de actuar” y hacer que la Gran Manzana “reconozca el poder de una idea fundamental, que las vidas negras importan”, algo que consideró que está ocurriendo en el órgano legislativo estatal.
“Una propuesta sobre la mesa fue renombrar calles y pintar sus palabras en las calles de la ciudad, en lugares cruciales de cada barrio, uno de ellos cerca del Ayuntamiento”, dijo De Blasio.
Una de las activistas, Iesha Sekou, apoyó la iniciativa y aplaudió las “conversaciones sobre acciones que se deben tomar sobre las consecuencias de mala conducta policial, ya que los comportamientos abusivos y brutales de la Policía deben tener consecuencias a la altura”, entre ellos la ley “Eric Garner Anti-chokehold”.
Esa ley ha sido nombrada en honor al afroamericano Eric Garner, quien murió asfixiado en Nueva York en julio de 2014 a manos del policía Daniel Pantaleo, y que fue aprobada anoche de forma abrumadora por la Asamblea de Nueva York y por el Senado, y ahora falta que la firme el gobernador de la región, Andrew Cuomo, que ya ha prometido hacerlo.
Forma parte de una batería de reformas policiales “profundamente importantes para el futuro de la ciudad, el Estado y la nación”, dijo el alcalde, que se han impulsado en la capital institucional de Nueva York tras días de protestas por la muerte por asfixia del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco en Mineápolis, y que todavía continúan este martes.
De Blasio también dio su apoyo al “cambio o derogación” de la polémica “Ley 50A”, que describió como una “legislación rota que se interponía a la transparencia y dañaba la relación entre la policía y la comunidad” y que afectará a los “procesos disciplinarios de la Policía de Nueva York (NYPD)”.
Esta ley, vigente desde 1996, protege el secretismo de las quejas sobre la conducta de agentes de policía así como las acciones disciplinarias que se hayan tomado contra ellos.
El alcalde destacó que el Concejo de la ciudad está manteniendo audiencias y tomando acciones basadas en el trabajo de un Equipo para la Inclusión y Equidad Racial, como “desviar fondos de la NYPD hacia servicios juveniles, que se formalizará en las próximas semanas en el presupuesto” o la persecución policial a los vendedores callejeros.
“Quiero afirmar que apoyo ampliamente esas leyes, hay algunos detalles específicos en los que se está trabajando, pero confío en que los resolveremos y seremos capaces de avanzar”, expresó el alcalde sobre medidas locales que también implicarán “el derecho a grabar interacciones con policías” y “asegurar que todos llevan visibles” sus identificaciones.
Con respecto a los episodios de violencia policial vividos durante las protestas antiracistas, De Blasio aseguró que se están investigando, consideró que hubo un “patrón sostenido” para “introducir violencia” y señaló que se analiza “si provino de grupos como Antifa, de la ultraderecha fingiendo ser Antifa o de individuos”.