Bruselas.- Un total de veintiún países europeos registraron alrededor de 140.000 muertes más que los decesos promedios durante los meses de marzo y abril, un aumento que pone en evidencia el impacto de la pandemia del coronavirus en el continente, según la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.
“El impacto de la pandemia se puede evaluar por el aumento en el número total de muertes por cualquier causa notificadas durante el brote”, subrayó Eurostat, que especificó que, entre los veintiún países para los que hay datos disponibles, “hubo alrededor de 140.000 muertes más durante las semanas 10 a 17 del año (marzo – abril) en 2020 que el número promedio de muertes durante el mismo período de los años comprendidos entre 2016 y 2019”.
Esos veintiún países son Bélgica, Bulgaria, Chequia, Dinamarca, Alemania, Estonia, España, Francia, Italia, Lituania, Luxemburgo, Hungría, Austria, Portugal, Eslovaquia, Finlandia, Suecia, Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein.
El pico de muertes adicionales tuvo lugar, según la oficina comunitaria, en la semana 14, es decir, la que va de finales de marzo a principios de abril.
Los diferentes países europeos contribuyeron de manera desigual a este aumento de las muertes adicionales.
Durante la semana 11, por ejemplo, la diferencia se explica principalmente por las muertes ocurridas en Italia, mientras que durante las semanas 12 y 13, nueve de cada diez muertes ocurrieron en España, Italia y Francia, según Eurostat.
Por regiones, las áreas de Europa donde el aumento en el número de muertes fue especialmente significativo fueron el norte de Italia, la zona centro de España, incluida Madrid, el este de Francia y la región de París, así como algunas regiones belgas.
Además, Eurostat señaló que el aumento de la mortalidad afectó más a los hombres que a las mujeres.
El colectivo más damnificado en veinte países, pues Alemania no se tuvo en cuenta para estos datos, fue el de los mayores de 70 años, cuyos decesos crecieron alrededor de un 40 % para los hombres y un 30 % para las mujeres, en comparación con las mismas semanas del periodo comprendido entre 2016 y 2019.
El aumento de muertes comenzó, según los datos de Eurostat, en la última semana de febrero (semana 9), concretamente en la provincia italiana de Lodi (Lombardía), donde se registraron más del doble de decesos que en la misma semana de los cuatro años anteriores.
En la semana 10, las provincias italianas de Bérgamo y Cremona empezaron a manifestar un alto crecimiento de decesos, una estela que continuaron las españolas Soria, Segovia y Madrid, y el Alto Rin (Francia) en la semana 12, cuando en dichas regiones se detectó más del triple de muertes que en la misma semana del periodo 2016-2019.
En las semanas 13 y 14, las áreas más afectadas incluyeron las provincias españolas de Guadalajara, Ciudad Real y Albacete.
La semana 15 trajo una disminución en los valores generales de mortalidad en Italia y España.
A lo largo de las semanas 16 y 17 (segunda mitad de abril) se generalizó un descenso de la mortalidad, pese a que Bélgica y Suiza todavía contabilizaban más del doble de muertes que las registradas en los últimos cuatro años.