La Fiscalía del distrito del condado de Queens (Nueva York, EE.UU.) ordenó la anulación inmediata de la condena de un hombre afroamericano que pasó más de 25 años en prisión por un crimen que no cometió, tras descubrir “fallas profundas y fundamentales” en el sistema de justicia penal.
Samuel Brownridge, de 45 años, fue condenado en 1995 por el asesinato de un hombre, después de que dos testigos lo identificaran como responsable del crimen. La investigación de una unidad de la Fiscalía determinó que la condena se basó únicamente en dos testimonios poco fiables y no en evidencia física que demostrara explícitamente la autoría del delito.
Brownridge siempre se ha declarado inocente, alegando que el día del homicidio se encontraba en casa con su novia y su hijo. En la investigación se estableció que uno de los testigos tenía “impedimentos intelectuales obvios” y “dio relatos variados e inverosímiles” de lo ocurrido. Además, durante el juicio el jurado ignoró varios detalles que habrían cambiado la la suerte de Samuel.
El verdadero autor del asesinato murió en 2002 en un tiroteo con la Policía. Brownridge salió en libertad condicional en marzo del 2019 tras cumplir un mínimo de 25 años de la condena.