Río de Janeiro, EFE.-El perro adoptado por la primera dama de Brasil, Michelle Bolsonaro, que rápidamente se ganó el cariño de los residentes en el Palacio de la Alvorada, tan sólo disfrutó doce días de los placeres de la residencia oficial de la Presidencia debido a que su dueño apareció para reclamarlo.
La devolución de “Augusto Bolsonaro” a su propietario este martes fue confirmada por la propia “madre adoptiva” en un mensaje en sus redes sociales en el que se despidió de la mascota con una última fotografía.
“Mi amor, vamos a extrañar todo lo que hacíamos contigo”, afirmó Michelle Bolsonaro.
Bautizado como “Augusto Bolsonaro”, el perro, una mezcla de las razas pastor-maremano y akita de color blanco y gran tamaño, ganó rápida popularidad al aparecer en diferentes fotografías en las redes sociales al lado de miembros de la familia presidencial y hasta consiguió una página en Instagram con casi 6.000 seguidores.
La mascota fue encontrada el 18 de junio en los fondos del Palacio de Planalto -la sede de la Presidencia- y, como nadie apareció para reclamarlo pese a los avisos publicados y a que una institución protectora de animales lo alojó un día e intentó localizar a sus propietarios, la primera dama decidió adoptarlo.
Su dueño consiguió localizarlo precisamente por el éxito que el perro alcanzó en internet.
El propietario, identificado como Nagib Zeida y a quien el propio presidente Jair Bolsonaro le devolvió la mascota, dijo que “Augusto Bolsonaro” en realidad se llama “Zeus”, que tiene un año y medio, y que se escapó de la casa de campo en que vivía próxima de Brasilia por ir atrás de una hembra que estaba en celo.
“Los funcionarios del Palacio lo encontraron, pero no sé cómo terminó con la familia Bolsonaro. Todos se enloquecen con él porque es muy bonito”, afirmó Nagib en declaraciones al diario Folha de Sao Paulo.
La efímera vida de Zeus como mascota presidencial no pasó en blanco por la oposición.
El expresidente y líder socialista Luiz Inácio Lula da Silva, uno de los principales adversarios políticos del mandatario ultraderechista, no abordó directamente el asunto pero marcó con un “me gusta” un comentario de una seguidora en Facebook según el cual la mascota “debe estar feliz” por dejar de ser un Bolsonaro.