El Cristo Redentor de Río de Janeiro volvió a iluminarse este miércoles y sobre él se proyectaron mensajes en homenaje a las víctimas del coronavirus, que en Brasil superó las 60.000 muertes y se acerca al millón y medio de contagios.
El homenaje contemplaba un acto religioso en el Santuario del Cristo Redentor, encabezado por el obispo de Río de Janeiro, el cardenal Orani Joao Tempesta, pero los fuertes vientos y las lluvias hicieron que la celebración, en la que se leyó un mensaje del papa Francisco, fuese trasladada a una iglesia próxima.
La proyección de este miércoles exhibió con luces y en varios idiomas, sobre la gigantesca y emblemática estatua que corona el cerro del Corcovado en Río de Janeiro, el principal punto turístico de Brasil, el mensaje “Todos juntos para cada vida”.
El estado de Río de Janeiro, el tercero más populoso de Brasil, con unos 17 millones de habitantes, es uno de los más golpeados del país con 115.278 contagios y 10.198 víctimas.
La pandemia continúa acelerando en todo Brasil, el segundo país en el mundo más afectado y que ya registra 60.632 muertes por el coronavirus y 1.448.753 casos confirmados de la enfermedad desde que registró el primer caso el 26 de febrero pasado.
El mayor símbolo turístico del país fue cerrado al público a mediados de marzo, pero desde entonces su imponente figura estilo Art Decó ha servido para exhibir mensajes de solidaridad destinados al personal sanitario y al resto de países golpeados por el COVID-19.
El 3 de mayo, el Cristo Redentor de Río de Janeiro, situado en la cima del cerro de Corcovado, a 710 metros sobre el nivel del mar, lució una máscara proyectada en su rostro para concienciar a la población de la importancia de su uso durante la pandemia.
Esa vez el Cristo Redentor “se puso” una máscara que tapó su boca y nariz, un gesto con el que recomendó su uso a fin de frenar los contagios de coronavirus.
Sobre su cuerpo de piedra proyectaron un corazón rojo cubierto igualmente con una máscara y debajo aparecía escrita la etiqueta “Máscara Salva”.
El 18 marzo, bien en el comienzo de las medidas de cuarentena y del aislamiento social rígido impuestos por las autoridades, las banderas de los 166 países en los que se habían registrado hasta la fecha casos de coronavirus fueron proyectadas en un acto religioso sin público.
Tras la proyección de las banderas, en el cuerpo del Cristo Redentor fue exhibido el mapa de cada uno de los continentes con casos de la enfermedad.
Fuente: EFE