Brasil registró en las últimas 24 horas 1.163 nuevos decesos por el coronavirus SARS-CoV-2, con lo cual alcanzó un total de 77.851 muertos, mientras que los infectados ascienden ya a 2,04 millones, tras la notificación de 34.177 nuevos casos en el mismo periodo, informó este viernes el Ministerio de Salud.
De acuerdo con el boletín epidemiológico divulgado por la cartera de Salud, las autoridades sanitarias brasileñas investigan otras 3.832 muertes sospechosas por su relación con el virus, mientras que el número de recuperados se sitúa en los 1,32 millones, lo que supone un 64,6 % del total de contagios.
El estado de Sao Paulo, el más populoso de Brasil con unos 46 millones de habitantes, sigue como la región con el mayor número de contagios (407.415) y fallecidos, que se acercan a los 20.000.
En número de casos, el estado de Ceará, en el empobrecido nordeste del país, es el segundo más afectado, con 145.938 infectados, seguido de Río de Janeiro (135.230), aunque éste podría ser superado en los próximos días por Pará, en el extremo norte y que contabiliza 135.164 infectados.
Ya en muertes, Río de Janeiro sigue como la segunda región brasileña más castigada, con casi 12.000 decesos, seguido de Ceará (7.165) y Pará (5.448).
De acuerdo con los datos del Ministerio, la incidencia de la enfermedad en el país suramericano es de 973,8 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la tasa de mortalidad se ubica en 37 fallecimientos por cada 100.000 habitantes.
COMUNIDAD MÉDICA RECHAZA EL USO DE LA HIDROXICLOROQUINA
Mientras que el presidente brasileño, el líder ultraderechista Jair Bolsonaro y quien fue diagnosticado con coronavirus hace diez días, insiste en defender el uso de la hidroxicloroquina como forma de tratamiento contra el coronavirus, la Sociedad Brasileña de Infectología (SBI) instó a que el medicamento sea “abandonado”.
La SBI emitió este viernes un informe orientado a profesionales de salud en el que desaconseja el uso de la hidroxicloroquina ante la publicación de nuevos “estudios robustos” que no encontraron eficacia del fármaco como forma de tratamiento de la COVID-19.
Por eso, la entidad matizó que es “urgente y necesario” que “la hidroxicloroquina sea abandonada en el tratamiento de cualquier fase de la COVID-19”.
Pese a la falta de evidencias científicas sobre su uso, Bolsonaro, uno de los gobernantes mundiales más escépticos sobre la gravedad de la enfermedad, es un férreo defensor de este medicamento.
El líder ultraderechista ha defendido la sustancia en reiteradas ocasiones y atribuyó a la hidroxicloroquina la mejora de su condición de salud después de que fuera diagnosticado con la COVID-19 el pasado 7 de julio.
Esta semana, Bolsonaro informó que resultó nuevamente positivo en una nueva prueba de coronavirus y volvió a elogiar el fármaco, que según algunos estudios podría provocar arritmias cardíacas, aunque reconoció que sabe que “no hay comprobación científica”.
“No estoy haciendo campaña alguna para el medicamento, después de todo el costo es baratísimo y tal vez por eso es que hay muchas personas que están en contra de él. Otras parecen estarlo por cuestiones ideológicas”, añadió el mandatario en la ocasión.