Houston (EE.UU.), EFE.- A pesar de que la pandemia del coronavirus sigue sin control en Estados Unidos, el béisbol ya está listo en el Viejo Circuito cuando a partir de este jueves los Nacionales de Washington comiencen la defensa del título de la Serie Mundial en la reducida temporada del 2020.
Además de la reducción del calendario original de 162 partidos, debido a la pandemia del coronavirus, la gran novedad e histórica dentro de la Nacional será el debut del bateador designado, sin que por primera vez los lanzadores tengan que ir a la caja de bateo.
La presencia de un bate poderoso más en cada novena de la Liga Nacional, hará que el juego ofensivo tenga mayor protagonismo y la estrategia del pitcheo forzada a cambiar.
Como sucedió en la temporada de 1973 cuando la Liga Americana también comenzó a utilizar al bateador designado en lugar de mandar a la caja de bateo a los lanzadores.
Los Dodgers, uno de los equipos más afectados por el robo de señales de los Astros de Houston, con los que disputaron la Serie Mundial en el 2017, y la perdieron en siete partidos, como en las pasadas tres temporadas son los grandes aspirantes al título.
El campeonato, que empieza el jueves con dos juegos, incluye precisamente el de los Dodgers, que enfrentarán a sus eternos rivales de división y estado, los Gigantes de San Francisco, y que será una buena prueba de cara a lo que puede demostrar el equipo angelino el resto de la temporada.
Que además es uno de los 15 equipos de la Nacional más favorecidos con la inclusión del bateador designado, al darle mayor solidez a una novena, que cuenta con una plantilla de lujo y un gran poder económico.
Los Dodgers son el único equipo que se perfila con recursos para superar cualquier tipo de prueba que se le presente en la reducida temporada regular.
La continuidad de su lanzador estrella, el zurdo Clayton Kershaw, hace que los Dodgers, ganadores de 106 partidos la pasada temporada, con 273 carreras más que sus rivales directos como los Cerveceros de Milwaukee.
Junto a Kershaw, que lanzará el jueves, en el Día Inaugural contra los Gigantes, Ross Stripling lo hará el viernes, Alex Wood el sábado y el mexicano Julio César Urías el domingo.
Tras un día libre, el lunes, los Dodgers viajarán a Houston, donde Walker Buehler debutará el martes contra los Astros para completar la poderosa rotación.
Si ya la ofensiva de los Dodgers era demoledora, la firma este miércoles del jardinero Mookie Betts de una extensión de contrato por 12 años y 365 millones de dólares, ratifican el poder del equipo angelino.
Betts, de 27 años, -Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Americana en el 2018-, aseguró su continuidad con los Dodgers hasta la temporada del 2032 después que el equipo angelino lo consiguió en el descanso invernal en traspaso con los Medias Rojas de Boston.
La presencia de Betts aporta a la ofensiva de los Dodgers un jugador que posee .301 de promedio de bateo en su carrera con un porcentaje en base de .374, sus 487 carreras anotadas desde 2016 son las más altas en un lapso de cuatro años desde 2004-07 (Jimmy Rollins, 500; el dominicano Alex Rodríguez, 492), y promedia 29 jonrones, 94 carreras impulsadas y casi 25 bases robadas por temporada durante ese período.
Betts también trae defensa de élite a la mesa, después de haber ganado cuatro Guantes de Oro consecutivos y haber ganado dos veces el premio Wilson Jugador Defensivo del Año como jardinero derecho (2016, 2018).
Tras los Dodgers, en la Nacional, los campeones tratarán de luchar por revalidar el título, pero el equipo de Washington, al igual que los Bravos, Cerveceros -recuperan a su jardinero estelar el joven Christian Yelich-, y Cachorros no tienen su mismo potencial, aunque cuenten con plantillas competitivas y ganadoras.