Houston, EE.UU.- La temporada de las Grandes Ligas ofrece una serie de situaciones nuevas, debido a la pandemia del coronavirus, pero la presencia de la batería latinoamericana se mantiene con la misma solidez y presencia de siempre y, esta vez, podría dejar huella.
Con el inicio del campeonato regular recortado a 60 juegos y con nuevas reglas en el diamante, los toletes de Latinoamérica prometen ser protagonistas en el circuito.
El dominicano llegó a la carrera número 2.000 el 9 de mayo y es el tercer jugador en alcanzar la cifra de 2.000 impulsadas, e igualó a Aaron (2.297) y al dominicano Alex Rodríguez (2.086).
El 20 de junio marcó su incogible 3.167, superando a Beltré por el lugar número 15 y estableciendo una nueva marca de imparables de un jugador nacido en el extranjero.
La temporada pasada se convirtió en el sexto jugador de todos los tiempos en registrar al menos 200 cuadrangulares con varios equipos.
Uno de los peloteros con mayor presencia en las mayores es el bateador designado venezolano de los Tigres, Cabrera, que empezará su decimotercera temporada con la novena de Detroit.
El venezolano, que estuvo en 136 partidos en 2019, nominado por los Tigres para el Premio Hank Aaron, quedó segundo en la Americana y tercero en las Grandes Ligas con promedio de bateo de .369 con corredores, su cifra más alta desde que bateó para .397 en 2013.
Con sus 12 jonrones en el 2019 llegó a 477 de por vida, empatado con el dominicano Adrián Beltré en el puesto 30 de las mayores.
Cerró el 2019 con 1.694 impulsadas en su carrera y ocupa el puesto 26 en la lista de empujadas de todos los tiempos.
Además conectó su imparable número 1.000 en el “Comerica Park” el 6 de agosto contra los Medias Blancas de Chicago, convirtiéndose en el primer jugador en alcanzar esa marca.
José Altuve
Altuve reunió su tercera temporada con un OPS por encima de .900, al registrar .902, y se convirtió en el cuarto jugador en la historia de la franquicia con al menos tres temporadas con un OPS por encima de .900, uniéndose al dominicano Moisés Alou (3), Lance Berkman (9) y Jeff Bagwell (9).
Con el poder de su tolete estableció marca personal con 31 jonrones, la mayoría por un segunda base en una sola temporada en la historia del club.
Además lideró la segunda base en las mayores en jonrones y OPS, promedio de bateo y porcentaje de slugging, en donde logró porcentaje de .550, el más alto de su carrera.
Después del descanso del Juego de las Estrellas lideró la Liga Americana en hits (93) y bases totales (178), y empató el tercer lugar en jonrones ( 21).
Su total de 178 las bases fueron la segunda mejor cantidad por un jugador de los Astros después del All-Star Break de una sola temporada, detrás de las 185 de Richard Hidalgo en el 2000.
Los Azulejos de Toronto, que se están convirtiendo en un futuro equipo errante, ya que no tiene sede en dónde jugar como equipo local, contarán con el novato dominicano el primera base Guerrero Jr., hijo del nueve veces All-Star y MVP de la Liga Americana del 2004, Vladimir Guerrero, integrante del Salón de la Fama en 2018.
Además, siendo sobrino de Wilton Guerrero, fue firmado por los Azulejos como jugador de 16 años el 2 de julio de 2015.
Ocupó el cuarto lugar en la lista de los 30 mejores talentos internacionales de las mayores, y es clasificado como la tercera promesa antes de la temporada del 2018.
Entre los novatos de la Liga Americana, en 2019 ocupó el primer lugar en hits (126), primero en dobles (26), tercero en hits extrabase (43), tercero en caminatas (46), tercero en remolcadas (69) y séptimo en jonrones (15).
El primera base de los Medias Blancas, el cubano José Abreu, se convirtió líder en remolcadas con 123), además alcanzó el quinto lugar en juegos jugados, con 159, y fue séptimo en hits (180).
Lideró la Americana con un récord personal de 123 impulsadas, uniéndose a Dick Allen (113 en 1972) como los únicos jugadores en la historia de los Medias Blancas en lograr la hazaña.
Esa cantidad fue el décimo total más alto en la historia de la franquicia y la mayor cantidad desde el venezolano Magglio Ordóñez (135) en 2002, y consiguió su cuarta temporada de más de 30 jonrones y más de 100 impulsadas, uniéndose a Frank Thomas, Paul Konerko, y el propio Ordóñez como los únicos jugadores en la historia del club que lograron la hazaña.
Su compañero de equipo, el dominicano Edwin Encarnación, se combinó para batear .244 / .344 / .541 (102 de 418) con 18 dobles, 34 jonrones, 86 impulsadas y 81 anotadas en 109 partidos.
Sus 34 cuadrangulares lo empataron en el lugar 12 en la Americana y marcó su octava temporada consecutiva con 30 o más, la racha activa más larga en las ligas mayores.
Otros peloteros a seguir la Americana, son el cerrador cubano de los Yanquis de Nueva York, Aroldis Chapman, que logró marca de 3-2 con 37 salvamentos en 42 oportunidades, y tuvo efectividad de 2.21 en 60 apariciones de relevo.
Por los Mellizos de Minnesota, destaca el parador en corto dominicano Jorge Polanco, que consiguió el ciclo el 5 de abril en Filadelfia, convirtiéndose en el jugador número 11 de esa novena lograrlo y el primero desde el 2009.
Estuvo de 5-5 en un juego, convirtiéndose en el primero en la historia de la franquicia con un ciclo y cinco imparables, y logró otros cinco hits nuevamente el 8 de mayo en Toronto, y es uno de los cinco jugadores en la historia del club con cinco indiscutibles dos veces en una temporada.
