Redacción NDigital
Santo Domingo
El oficial de la Dirección Regional Cibao Sur de la Policía Nacional que penetró al lugar donde José Antonio Reyes Ullola (a) El Gordo tenía secuestrado a una mujer y su hijo, explica por qué utilizó esa táctica y decidió repeler contra el individuo.
El miembro de la Policía Nacional disfrazado de sacerdote mató a tiros el pasado viernes a un hombre que mantenía secuestrada a punta de pistola a una madre y a su bebé en una vivienda del municipio de Cotuí, provincia Sánchez Ramírez.
El agente explicó que el secuestrador le pidió que le leyera el salmo 91, y como no se lo sabía, temió que no era un sacerdote y realizara una acción criminal contra sus víctimas o contra él.
«El hombre no quería ceder», estaba apuntando con una pistola a la madre y al bebé y «hubo que actuar», manifestó el teniente coronel Santos Lora a los medios de comunicación tras zanjar el suceso, aún ataviado con la casulla.