Los ministros de Asuntos Exteriores del G7 condenaron este martes “en los términos más fuertes posibles” el envenenamiento de Alexei Navalni a la vez que demandaron a Rusia que establezca la autoría del ataque contra el líder opositor ruso y juzgue a sus autores que, según Alemania, utilizaron una sustancia tóxica del grupo Novichok.
“Este ataque contra el líder opositor Navalni es otro serio golpe contra la democracia y la pluralidad política en Rusia. Supone una grave amenaza a aquellos hombres y mujeres implicados en la defensa de las libertades políticas y civiles que la propia Rusia se ha comprometido a garantizar”, señaló el comunicado del G7.
“Solicitamos a Rusia que cumpla sus compromisos bajo el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (de la ONU) y garantice esos derechos, incluido el derecho a la libertad de expresión, a sus ciudadanos”, continuó el comunicado firmado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
El comunicado también solicitó que las autoridades rusas establezcan “de forma transparente” quiénes son los responsables del ataque y que juzguen a los autores del envenenamiento.
Los siete países añadieron que seguirán vigilando de forma estrecha la respuesta de Rusia a las peticiones internacionales de explicaciones del “repugnante” envenenamiento de Navalni y que aumentarán su apoyo a la sociedad civil rusa.
Según la información proporcionada por Alemania, donde Navalni fue trasladado tras ser envenenado en Rusia, un laboratorio especializado de las Fuerzas Armadas alemanas así como otros expertos médicos han confirmado que el líder opositor ruso fue atacado con un agente químico del grupo Novichok, una sustancia desarrollada por la Unión Soviética.
Esa misma sustancia se utilizó contra el exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia en la ciudad británica de Salisbury (Reino Unido) en 2018.
Navalni se encuentra hospitalizado desde el pasado 22 de agosto en Berlín y sigue en condición grave.
Rusia, por su parte, ha negado cualquier participación en el envenanmiento y hoy mismo, la portavoz del Ministerio de Exteriores del país, María Zajárova, acusó a Alemania de “hacer el juego a una política sucia”.
“Esperamos que Berlín nos entregue todos los datos de los que dispone: tanto de los resultados de las investigaciones de los laboratorios del Ejército alemán, como los ‘testimonios’ que afirma tener el Ministerio de Exteriores de Alemania”, insistió Zajárova.
Fuente: EFE
