La Habana, EFE.- Cuba lamentó este lunes las pérdidas humanas y materiales que han provocado decenas de fuegos que arden en extensas zonas del oeste de los Estados Unidos.
“Nuestras condolencias por las pérdidas humanas y materiales”, escribió el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, en su cuenta de Twitter.
En su mensaje el canciller cubano también dijo que observa “con sentida preocupación” los estragos que causan los incendios en grandes extensiones de territorio en los estados de California, Oregón y Washington, en el país norteamericano.
Desde que se iniciaron la mayoría de los fuegos a mediados de agosto, más de una treintena de personas han fallecido en los tres estados de la costa oeste de EE.UU. -California, Oregón y Washington-, decenas de miles de vecinos siguen evacuados y hay varias personas desaparecidas.
La mayor parte de estos incendios se declararon el fin de semana del 15 de agosto a causa de una tormenta eléctrica nada habitual en la región en la que cayeron más de 10.000 rayos, y desde entonces la sequía, los fuertes vientos y las altas temperaturas los han hecho extenderse a gran velocidad.
Actualmente los bomberos trabajan en múltiples incendios para evitar que los fuertes vientos previstos para las próximas horas descontrolen todavía más los fuegos.
Pese a las tensiones existentes entre los gobiernos de La Habana y Washington, no es la primera vez que el ejecutivo cubano envía mensajes similares a EE.UU.
Anteriormente también transmitió condolencias a su vecino norteño tras sucesos como un tiroteo que causó 59 muertos y más de 500 heridos en Las Vegas, por el azote de los huracanes Irma y María, y por las víctimas y devastación causada por varios tornados en Tennessee.
Estados Unidos y Cuba viven hoy uno de los peores momentos de su delicada relación bilateral, restablecida oficialmente en 2015 como parte del “deshielo” impulsado por los expresidentes Barack Obama y Raúl Castro.
Tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en 2017 fue desmantelado el acercamiento que había propiciado su antecesor con un marcado retorno a la retórica hostil y la imposición de nuevas sanciones que han recrudecido el embargo que EE.UU. mantiene desde hace sesenta años sobre la isla comunista.