Aunque pensemos que los problemas en el riñón no son frecuentes en la infancia, sí lo son y, de hecho, las patologías genitourinarias representan un tercio de toda la cirugía pediátrica en la actualidad, según expone la doctora Victoria Jiménez, miembro de la recién estrenada Unidad de Nefro-Urología Pediátrica del Hospital Quirónsalud Córdoba.
La cirujana pediátrica remarca que en la etapa infantil pueden tener lugar diferentes patologías relacionadas con el riñón, desde malformaciones renales y del tracto urinario con las que nacen los bebés, hasta problemas de incontinencia urinaria, o el hecho, por ejemplo, de que al nacer los testículos de los niños no hayan descendido al completo.
“Para comprender qué problemas de esta índole pueden afectar a un menor, hay que tener claro que el sistema urológico está conformado por dos riñones (producen la orina para eliminar las sustancias de desecho); así como por los uréteres, dos conductos que conducen la orina desde los riñones hasta la vejiga urinaria; por la vejiga urinaria, el órgano donde se acumula la orina; así como por la uretra, el canal por el que la orina sale del cuerpo desde la vejiga”, detalla la doctora Jiménez.
En concreto, el sistema urinario es el encargado de eliminar la orina y para ello todas las partes de las vías urinarias deben trabajar juntas y en el orden correcto, destaca por su parte el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón (NIDDK, por sus siglas en inglés).
“De no hacerlo es cuando surgen los problemas y por ejemplo, las enfermedades o trastornos urológicos pueden incluir desde infecciones urinarias, hasta cálculos renales, o problemas de control de la vejiga, entre otros. Algunos problemas urológicos duran sólo un corto tiempo, mientras otros son de larga duración”, señala la entidad.
Mientras, el doctor Daniel Ruíz, especialista de Quirónsalud Córdoba, añade también que la Nefrología y la Urología son dos especialidades muy relacionadas, que pueden tratarse conjuntamente: “La Nefrología trata las cuestiones médicas relacionadas con el riñón y el sistema urinario, y la Urología los problemas médico-quirúrgicos que se puedan presentar”.
Además, la doctora Jiménez indica que tradicionalmente los niños que presentan patologías de este tipo son llevados por su pediatra y, en caso necesario, derivados a cirugía, pero con la unidad de Nefro-Urología que acaban de conformar ambos expertos en el hospital cordobés se ofrece un abordaje global en aquellos niños que presentan patología urológica, ya que “el equipo médico está en permanente comunicación para unificar criterios y prestar una atención integral al paciente con el mejor tratamiento para cada caso”.
Principales síntomas
Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) se remarcan en este contexto cuáles pueden ser los síntomas de nefropatía en un menor: “Las enfermedades renales en los niños se pueden presentar de formas muy diversas, a veces los síntomas están claramente relacionados con el riñón (hematuria, dolor lumbar), y en otras ocasiones son muy inespecíficos (anemia, retraso de crecimiento) y se pueden presentar de forma aguda, o bien tener un comienzo insidioso, incluso resultar un hallazgo casual en un examen de rutina”.
De hecho, subraya que en las nefropatías pueden aparecer síntomas como la hematuria, los edemas, o los síntomas de enfermedad sistémica, así como la poliuria, el retraso de crecimiento, la nefrocalcinosis, la urolitiasis, las manifestaciones óseas o extrarrenales del tipo retraso mental, la afectación hepática o incluso la sordera, entre otras.
“También se daría el caso de las malformaciones congénitas del riñón o del tracto urinario, las anomalías más frecuentemente identificadas en la ecografía prenatal, y causa principal de enfermedad renal terminal en la infancia”, apostilla la Asociación Española de Pediatría.
A su vez, la cirujana pediátrica Victoria Jiménez mantiene que una de las enfermedades que se puede tratar es el reflujo vesicoureteral, que es el paso de la orina retrógradamente desde la vejiga al uréter alcanzando en algunos casos el riñón. “Se diagnostica prenatalmente o al nacimiento por presentar infecciones de orina. El tratamiento endoscópico es un procedimiento rápido y sencillo que se realiza de forma ambulatoria y algunos casos precisan cirugía, realizándose un reimplante ureteral”, añade.
Otras patologías que se abordan en esta franja de edad son la estenosis pieloreteral, que es la “estrechez de la unión de la pelvis real con el uréter y que se corrige con la técnica denominada pieloplastia”, según añade el doctor Ruíz.
“El megauréter es una dilatación del uréter, frecuentemente en casos de doble sistema urinario que suele resolverse con tratamiento endoscópico. En el caso de las hipospadias, el meato urinario no está en su lugar, sino que se encuentra más bajo, y hay diversas técnicas quirúrgicas para su corrección, según cada caso”, relata el especialista en nefropatologías pediátricas.
A su vez, la experta de Quirónsalud Córdoba agrega que en muchas ocasiones los testículos de los niños no han descendido por completo hasta la bolsa escrotal, situándose en el canal inguinal, por lo que destaca que la cirugía en estos casos, llamada ‘orquidopexia’, consiste en descender el testículo hasta la bolsa escrotal y fijarlo a ella.
Teniendo en cuenta los síntomas que pueden presentar los niños con nefropatías, ambos especialistas recomiendan que, ante cualquier duda o sospecha a este respecto, los padres no deben de temer a la hora de acudir al especialista a pesar de la pandemia, puesto que los centros sanitarios han diseñado unos circuitos limpios de coronavirus.
“En el caso del Hospital Quirónsalud Córdoba contamos con la certificación Applus+ Protocolo Seguro de COVID-19, que nos acredita como un centro que cumplimos con los estándares más exigentes en desinfección contra el coronavirus. Por lo que padres, no debéis tener miedo frente a un posible contagio en el hospital, porque es imposible”, sentencian los doctores Jiménez y Ruíz.
Fuente: EFE