Por Escarlin Pozo.- Su mascarilla permanecía empapada fruto a las lágrimas que habían descendido desde sus ojos. Aquellos ojos vidriosos reflejaban su preocupación y tristeza al hablar. Eduardo Fersola únicamente pedía un deseo: tener un empleo.
En las afueras del Palacio Nacional se encontraba, y mientras sostenía entre sus manos un cartel, él le solicitaba al presidente Luis Abinader un trabajo para poder sostener a sus tres hijos en medio de esta crisis.
“Yo tengo fe que el señor presidente de la República, el señor Luis Abinader, va a ver este mensaje porque es un hombre de un corazón sensible y humilde”, decía el hombre con voz pausada.
Narró que producto a la presencia de la COVID-19 en el país se quedó sin empleo. Situación que lo ha llevado a buscar una “mano amiga” que le permita seguir hacia adelante.
“Yo le ruego al presidente y a quien me pueda ayudar. Soy padre de tres hijos y yo lo que quiero es trabajar”, decía el señor, quien anteriormente se se dedicaba como chófer.
En medio de esta realidad, que hoy le afecta, sostiene que pudiera desempeñarse en otra área.
“Puedo desempeñar cualquier cosa que esté dentro de mi capacidad”, ponderó antes de externar un “muchas gracias”, despedida que estuvo marcada de una muy sólida esperanza.