Madrid, EFE.- Las restricciones y el temor a nuevos confinamientos aumentan en Europa ante la segunda ola de coronavirus. España es el país con más casos de la UE y tiene en Madrid el epicentro de la pandemia, donde a partir de este lunes hay 850.000 personas con limitada libertad de movimientos. Pero toda Europa está experimentando ahora un incremento en los datos de la pandemia. Muestra de ello, el Reino Unido, donde advierten que se está en un “punto crítico”.
Reino Unido: si no hay medidas habrá 50.000 casos diarios a mediados de octubre
La pandemia de la COVID-19 aumenta en todo el Reino Unido. Los contagios diarios pueden llegar a 50.000 y las muertes a más de 200 por día a mediados de octubre si no se toman medidas para contener el coronavirus, dijo este lunes el director científico del Gobierno, Patrick Vallance.
Los casos de la enfermedad se están duplicando cada siete días, pero sin restricciones la velocidad de expansión de la pandemia se disparará, explicó Vallance en una presentación junto con el director médico del Gobierno, Chris Whitty.
Estos dos expertos, principales asesores científicos del Ejecutivo, se reunieron el fin de semana con el primer ministro británico, Boris Johnson, y el ministro de Sanidad, Matt Hancock, para evaluar el preocupante avance de la COVID-19 en el país, donde más de 40.000 personas han muerto desde el comienzo de la pandemia.
En Alemania, Munich también se apunta a las restricciones
El ministro alemán de Sanidad, Jens Spahn, advirtió este lunes del peligro de que el incremento de los casos de COVID-19 en Europa acabe afectando a Alemania y puso a España como ejemplo de lugar donde la pandemia “no está bajo control”.
En una entrevista en la radio pública nacional “Deutschlandfunk”, Spahn dijo que lo que le preocupaba era “la dinámica” de Alemania. Pero especialmente “en nuestros vecinos inmediatos, como Francia, Austria, Holanda, todos estos países tienen una incidencia mucho mayor que la nuestra y una dinámica, por ejemplo en España, que parece que no está bajo control”, agregó.
Los casos de coronavirus en todo el mundo han superado ya, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, los 31 millones de personas y el número de muertos se acerca a los 961.000.
El jefe del Gobierno bávaro, Markus Söder, anunció la intención de reducir el número de eventos privados, incrementar el uso de la mascarilla y restricciones en el consumo de alcohol en lugares públicos para contener el número creciente de casos en Múnich.
Söder subrayó la necesidad de reaccionar a las cifras de contagio que en la capital bávara son “demasiado elevadas”. El domingo, Múnich había alcanzado los 55,6 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días.
El principal problema, precisó Söder, son los “incontables eventos privados”, así como los encuentros en lugares públicos como plazas. Calificó de “prioridad” mantener las escuelas y guarderías abiertas y evitar, además, un nuevo parón de la economía.
Alemania informó este lunes de que en las últimas 24 horas ha registrado 922 nuevos casos. El Instituto Robert Koch, centro epidemiológico de referencia en Alemania, ha advertido de un “nuevo incremento de los contagios” .
En total, Alemania suma 272.337 casos de coronavirus -sobre una población total de 83,2 millones de personas-, de los que unos 242.200 ya se han recuperado de la enfermedad. La cifra de muertos se eleva a 9.386.
Bélgica constata aumento de casos pero pide que no se caiga en el pánico
Bélgica ha alcanzado los 102.295 casos acumulados de COVID-19 desde que empezó la pandemia y muestra una tasa de 117,7 casos por cada 100.000 habitantes de media en el periodo entre el 4 y el 17 de septiembre, un incremento del 111 % respecto a los datos de la semana precedente
“Constatamos que los aumentos continúan en todo el país”, declaró uno de los portavoces del equipo interfederal belga contra el coronavirus, Boudewijn Catry, quien destacó que por ahora “el aumento de nuevas hospitalizaciones no parece traducirse en un increment de los fallecimientos”.
Pese a que los datos en Bélgica aumentan “como en muchos países de Europa”, en el comité belga dedicado al COVID-19 creen que no se debe de entrar en “pánico”, pues se puede reconducir la situación siguiendo las reglas “de oro” sobre higiene, mascarilla, distanciamiento físico y actividades al aire libre o con buena ventilación, evitar aglomeraciones y contacto estrecho con personas mayores.
En Francia, Lyon se une a otras ciudades en medidas contra la COVID-19
En Francia, Lyon, la tercera ciudad del país en población, anunciará en breve medidas para frenar la pandemia de coronavirus . Se une así a otras ciudades importantes del país, como Niza, Burdeos y Marsella. En todas ellas la tasa de contagios es tres o cuatro veces superior al nivel de alerta de 50 casos por 100.000 habitantes.
Se espera que las medidas sean comparables a las aplicadas en Burdeos y Marsella el fin de semana anterior: prohibición de reuniones de más de diez personas en el espacio público, reducción a 1.000 personas en el límite de afluencia a actos públicos, anulación de grandes eventos y suspensión de bodas o la limitación de visitas a geriátricos.
Con la tasa de incidencia a nivel nacional en los 83 casos por cada 100.000 habitantes, el Gobierno advierte de que la circulación del virus en Francia es “muy activa” y aunque se expande a una velocidad tres veces inferior que durante la pasada primavera, en el pico de la epidemia, quiere evitar la saturación del sistema sanitario.
En Países Bajos, nuevas restricciones para seis regiones del país
En Países Bajos han entrado en vigor este domingo nuevas restricciones regionales, que fueron aprobadas por el Gobierno el pasado viernes. Se adelanta el cierre de bares y restaurantes en las provincias del oeste del país y se limita a 50 personas el aforo.
Las medidas afectan solo a seis regiones del oeste -con ciudades como Ámsterdam, Rotterdam, Utrecht, Haarlem y La Haya- donde la estrategia que se aplicaba hasta ahora se limitaba -como en el resto del país- al distanciamiento social, sin mascarillas obligatorias excepto en el transporte público y con las escuelas abiertas en situación de normalidad desde hace un mes.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, explicó en una rueda de prensa que estas medidas adicionales son “necesarias” para “recuperar el sentido de emergencia” porque “el virus está volviendo, los datos son preocupantes” y los holandeses son “menos estrictos” con las medidas que se aplican ahora.