Estados Unidos ha hecho preparativos para retirar a sus diplomáticos de Irak tras advertir a Bagdad que podría cerrar su embajada, según revelaron a la agencia Reuters dos funcionarios locales y dos enviados occidentales, una decisión que los iraquíes temen vuelva a convertir a su país en una zona de guerra.
Cualquier movimiento de Estados Unidos para reducir su presencia diplomática en un país donde tiene hasta 5.000 soldados sería visto en la región como una escalada de su confrontación con el régimen de Irán, que según Washington está detrás de una serie de continuos ataques con misiles y bombas hacia sus fuerzas.
Esto, a su vez, podría abrir la posibilidad de una acción militar a pocas semanas de la elección presidencial para la que Donald Trump ha hecho campaña con su postura de línea dura hacia Teherán y sus aliados.
Washington había comenzado el domingo con los preparativos para retirar a su personal de la sede si se lleva a cabo esa decisión, indicaron las fuentes y los dos diplomáticos occidentales.
Una fuente de preocupación entre los iraquíes es que la retirada de los diplomáticos podría ser seguida rápidamente por una acción militar contra las fuerzas a las que Washington culpa de los ataques.
Uno de los diplomáticos occidentales dijo que Washington “no quiere limitar sus opciones” para debilitar a Irán o las milicias proiraníes en Irak. Cuando se le preguntó si esperaba que el Gobierno estadounidense respondiera con medidas económicas o militares, el diplomático respondió: “Ataques”.
El último episodio de esta naturaleza tuvo lugar este mismo lunes, cuando al menos cinco personas, incluidos tres niños, murieron a causa del impacto contra su vivienda de dos proyectiles disparados contra el aeropuerto de Bagdad, según confirmó el Ejército del país.
“En un momento en el que el Gobierno y las fuerzas de seguridad están haciendo todo lo posible para proteger los intereses de los ciudadanos, extender la ley y apoyar la estabilidad, bandas criminales y grupos ilegales cometen atrocidades para crear el caos y aterrorizar a la gente”, indica un párrafo del comunicado de las fuerzas iraquíes.
El incidente ocurrió horas después de que el presidente del comité de Seguridad del Parlamento iraquí, Mohamed Rida, anunciara que Al Kazemi ordenó la apertura de investigaciones por los continuados ataques contra objetivos de la coalición internacional y las misiones diplomáticas extranjeras en el país.
Las tensiones entre Washington y Teherán han aumentado desde que Estados Unidos se retirara en 2018 del acuerdo nuclear de 2015 y repuntaron en enero pasado después de que el Ejército estadounidense abatiera en un bombardeo con drones en Irak al jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, Qassem Soleimani.
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