Santo Domingo
La esperanzas de hacer de la cárcel de la victoria una que estuviera con los estándares de humanización más aceptables estaba ya por realizarse, cuando el gobierno de Danilo Medina a través de la Procuraduría General de la República (PGR) dirigida por Jean Alain Rodríguez inició la construcción de la Nueva Victoria.
Un proyecto ambicioso para albergar casi 9 mil privados de libertad que estaban en esta cárcel construida hace 68 años para 1,200 reclusos de ambos sexos.
El costo estimado de 4, 500 millones terminó según los datos de PGR en 6,900 millones, mientras sube el costo baja la calidad del proyecto, se reducen espacios, no se construye todo lo prometido.
Llega el día de la inauguración apresurada porque termina en una semana el gobierno del presidente Medina, este es su logro y no se puede dejar pasar.
Todos nos creímos que todo estaba listo, de hecho el procurador saliente lo confirmó en su discurso en el acto.
Decir que esa misma semana comenzarían los traslados era una gran mentira.
Inauguraron sin la construcción de la subestación de electricidad por lo tanto no hay luz, sin planta de tratamiento, porque no hay agua, sin equipar el tribunal, la iglesia, la escuela, los talleres, etc.
En fin inauguraron una fachada, un piso habilitado para la ocasión.
Los errores en el diseño son evidentes como por ejemplo uno sencillo pero significativo una sola puerta de entrada y salida donde más de 100 mil al mes estarán en espera de entrar, entre empleados, seguridad y visitas. El caos será evidente.
Darle la vuelta para que quede más apegado a las reglas ONU, será la misión de estas nuevas autoridades.
Convertirla en 8 prisiones con entradas independientes, administración, educación, asistencia médica, apoyo psicológico, talleres y recreación para cada una de ellas de esa forma tendrán un manejo mejor y más humanizado. En pocas palabras la infraestructura carcelaria debe desarrollarse en pro de la rehabilitación.
El proyecto total está concebido en 4 cuadrantes con 12 edificios cada uno con cuatros pisos y cada uno tendrá 192 reclusos. El estándar que se recomienda es de 48 y aquí habrá 54.
Cada piso tendrá una pequeña área de seguridad, social, baños sin la mínima privacidad.
Los 76 edificios de alojamientos están sin pisos, solo cemento, con áreas llenas de hoyos y las escaleras desgastadas sin haber subido ni un solo preso…el mismo diseño para todas las cárceles que se construyeron en la pasada administración con el dinero que pagó Odebrecht como compensación para evitar las acusaciones y un juicio.
Si hacemos un inventario de lo prometido y realizado podemos mencionar algunas cositas; había un play en cada uno de los cuadrantes y solo hicieron uno, Iglesias en cada cuadrante y solo hicieron dos, una católica y otra evangélica, por lo que los turnos de los rezos serán puestos por las buenas de Dios.
El plano original era imponente y quedo reducido a esta estructura, era con 300 bancos no entran más de 150.
El hospital prometido terminó reducido a dispensario médico, una laguna para que pescaran su propia comida todavía sigue siendo un gran charco, el conuco de siembra es tan pequeño que simplemente es para sembrar desilusiones, insuficientes canchas de baloncesto por lo que se harán listas de espera de meses para poder cumplir con las demandas.
Los paneles solares anunciados brillan por su ausencia.
Un solo comedor para los 8,768 reclusos donde habrá que hacer 6 turnos de desayuno, comida y cena en cada turno estarán 386.
Un diseño de un hangar de un solo piso del área escolar, donde no se separa a los privados de libertad, o sea que un violador estará con alguien de pena menor, por la característica de lo construido.
13 torres de vigilancia y 23 garitas, 87 edificios en total, un diseño altamente demandante de personal y recursos.
