Sao Paulo, 9 oct (EFE).- Las llamadas ‘alertas de deforestación’ en la Amazonía brasileña, que advierten sobre posibles focos de tala ilegal, cayeron un 33,7 % en septiembre respecto al mismo periodo del año anterior, pero, pese a la disminución, se trata del segundo peor dato para el mes de la serie histórica.
De acuerdo con el Instituto de Pesquisas Espaciales (INPE), organismo que depende del Ministerio de Ciencia y Tecnología, esas alertas indicaron que 964 kilómetros cuadrados fueron degradados en septiembre, frente a los 1.454 km2 del mismo mes del año anterior.
De acuerdo con el Observatorio del Clima, una red compuesta por medio centenar de organizaciones no gubernamentales, los datos de septiembre indican que cada dos minutos un área del tamaño de dos campos de fútbol fue talada de forma ilegal en la selva tropical brasileña.
De acuerdo con el INPE, las llamadas ‘alertas de deforestación’ le permiten a los organismos medioambientales del Estado reforzar la fiscalización en esas zonas, vigiladas por satélites, pero no son necesariamente un dato concreto de pérdida de vegetación.
Los datos oficiales de deforestación, sin embargo, son divulgados en noviembre.
El secretario ejecutivo del Observatorio del Clima, Marcio Astrini, señaló que pese a la mejora respecto a 2019, las cifras siguen elevadas y demuestran el ‘fracaso’ del Gobierno para frenar la destrucción de la selva.
En ese sentido, denunció el coste económico y socioambiental de la política del presidente Bolsonaro, partidario de la explotación económica de la Amazonía, y recordó el impacto que la misma puede tener en el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur.
El propio Parlamento Europeo (PE) advirtió este semana de que no ratificará el acuerdo entre ambos bloques ‘en su estado actual’ debido a la política ambiental del líder de la ultraderecha brasileña, que ha provocado ya que varios países rechacen dar luz verde a este pacto comercial.
La presión sobre el Gobierno de Bolsonaro se ha intensificado en los últimos meses y ha llevado a inversores nacionales y extranjeros a elevar el tono, especialmente tras el aumento de los incendios en la Amazonía y en el Pantanal, el mayor humedal del planeta.
El jefe de Estado, por su parte, ha denunciado una ‘brutal campaña’ contra su Gobierno por parte de algunos de sus potenciales competidores en el mercado global y ha insistido en defender la ‘soberanía’ de Brasil sobre la Amazonía. EFE