El periodo pre-electoral toma fuerza en Nicaragua a medida que la Coalición Nacional, la organización opositora más grande del país, se expande con las movilizaciones a varios puntos del país para unificar a todos los sectores disidentes del gobierno del presidente Daniel Ortega.
Pero, de forma simultánea, aumenta la violencia de parte de simpatizantes del gobernante partido sandinista, quienes en coordinación con la Policía Nacional asedian y atacan a los opositores, según han denunciado diversas organizaciones de la sociedad civil.
El pasado domingo la Voz de América reportó uno de los episodios más violentos de los últimos meses, cuando la periodista Verónica Chávez, co-propietaria del medio 100% Noticias, recibió una pedrada en la cabeza, provocándole una fisura craneal. Producto de la lesión, Chávez tuvo que ser internada en la sala de Cuidados Intensivos de un hospital privado de Managua donde permaneció por casi 12 horas.
El periodista Miguel Mora, exdirector de 100% Noticias y hoy integrante de la Coalición Nacional, responsabilizó al gobierno del presidente Daniel Ortega por el incidente de este fin de semana. Mora señaló que presentará una acusación ante las autoridades locales para dejar un precedente de lo ocurrido, aunque dice estar claro que no habrá ninguna investigación, pues señala que la justicia se encuentra controlada por el Partido Frente Sandinista.
“Eso fue un intento de asesinato ¿Y a quién culpo yo? A Daniel Ortega, a Rosario Murillo, a Francisco (Díaz), jefe de la Policía, porque ellos son los que orquestan todo eso, ellos son los que ordenaron todo ese operativo, esa emboscada criminal, porque atentaron contra la vida de mi esposa. Esa pedrada por unos centímetros más y la mata, según me dijo el médico neurocirujano”, relató Mora en entrevista con la Voz de América.
“Siembran la violencia y el terror”
Luis Fley, uno de los comandantes guerrilleros de la contrarrevolución de la década de 1980 que luchó contra el gobierno de izquierda de esa época, comenta que hay una estrategia del mandatario para exterminar a sus críticos.
“La violencia es el alimento de la dictadura. En ese terreno de la violencia Ortega es fuerte porque tiene a sus paramilitares, parapolicías y resto de fuerza armada, que siembran la violencia y el terror. Eso le ha dado buenos resultados desde 1990 cuando perdió el poder”, señala Fley, quien también es parte de la Coalición Nacional.
El exguerrillero rechaza la posibilidad de responder a las provocaciones de los simpatizantes de Ortega, por considerar que debe evitarse un conflicto armado como hace más de 40 años.
“La violencia es el arma más eficaz que tiene Ortega, pero nosotros hemos optado por la vía pacífica y no estamos dispuestos a caer en el terreno que quiere él. Sería algo catastrófico para el país, algo de nunca acabar”, puntualiza.
Violeta Granera, también representante de la opositora Coalición Nacional, considera que la opción “cívica” impacta más a Ortega porque considera que es algo nuevo donde no tiene control ni experiencia.
“Por primera vez en su historia, el pueblo de Nicaragua ha tomado la decisión de sacar a la dictadura por la vía cívica, demostrando una evolución y un salto de calidad en la cultura política”, añade Granera.
La dirigente afirma que, pese a los ataques de simpatizantes del gobierno y el asedio policial, continuarán organizándose en todo el territorio nacional, promoviendo la unidad que pretende poner fin a los trece años consecutivos del gobierno de Ortega.
“Seguiremos organizándonos y seguiremos ejerciendo presión nacional e internacional. Ortega está perdido en este terreno y no caeremos en su violencia”, dice Granera.
Oposición pide apoyo de la OEA
Ante los ataques y agresiones contra las organizaciones opositoras de parte de policías y parapolicías, la Coalición Nacional emitió un comunicado donde pide a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a los organismos internacionales que intervengan con urgencia en el país, ya que no hay condiciones para ejercer una oposición efectiva.
“Sin condiciones para ejercer una oposición efectiva, el régimen cierra la posibilidad a una salida democrática de la crisis, por ello le solicitamos a la OEA, a la comunidad democrática y a los organismos internacionales, ejercer una efectiva protección del pueblo de Nicaragua sometido a violaciones masivas y continuas de los derechos humanos por parte de un régimen ilegítimo, que incumple su propia Constitución y las obligaciones que le imponen la Carta Democrática Interamericana y los tratados en materia de derechos humanos”, indicó el comunicado.
Tensión electoral podría agudizar incertidumbre económica
Un análisis realizado por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), uno de los más importantes centros de pensamiento del país, avizora una nueva ola de protestas en 2021 por ser un año electoral.
El estudio de Funides fue presentado por el sociólogo Sergio Cabrales y el economista Álvaro López Espinoza, quienes pronostican algunos escenarios que podría enfrentar Nicaragua el próximo año.
En uno de los escenarios adelanta que, si existen condiciones mínimas de apertura para la movilización de los candidatos presidenciales, la sociedad civil podría percibir una mayor seguridad y podrían presentarse algunos eventos antes y durante las elecciones, aunque no se trataría de una oleada de protestas.
Posteriormente se analizó el panorama post-electoral, en el cual advierten que, si el FSLN ganara las elecciones de forma no competitiva, marcaría el epicentro de una nueva oleada de protestas similares a las ocurridas entre abril y julio de 2018, en las que más de 300 personas perdieron la vida.
Gobierno no comenta sobre eventos recientes
El gobierno del presidente Ortega ha callado sobre los incidentes ocurridos durante las últimas semanas contra los opositores.
Sobre el caso de la periodista Verónica Chávez, la policía nicaragüense emitió una nota de prensa donde negó que ésta haya presentado fractura en el cráneo después de ser agredida con una piedra.
La versión policial indica que Chávez llegó inicialmente a un hospital de la ciudad donde fue agredida y posteriormente fue dada de alta “por personal médico especializado que le atendió, refiriendo no presentar fractura, sin trastornos de signos vitales, consciente y orientada”.
Tal diagnóstico ha sido rechazado por los opositores y médicos independientes, quienes señalan de “falsa” a las autoridades policiales que se encontraban presenciando la agresión a Chávez.
Fuente: VOA