AFP-.Siguen los tests masivos en la ciudad china de Qingdao. Las autoridades descubrieron un pequeño brote de coronavirus, y cerca de la mitad de los nueve millones de habitantes de la inmensa urbe portuaria fueron sometidos a pruebas en los últimos días.
El gobierno de China, donde se originó el virus, afirma haberse librado de la enfermedad en su territorio y cada día informa de una decena de nuevos contagios, la inmensa mayoría de ellos en personas que han viajado al extranjero.
La situación contrasta con la de Europa, que vive una segunda ola de la pandemia. Los ministros de Relaciones Exteriores adoptaron el martes criterios comunes para coordinar las restricciones de viajes dentro de la Unión Europea.
Sin embargo, su aplicación será voluntaria. Francia es uno de los países más afectados y los casos en París superan los 800 por cada 100.000 habitantes, lo que hace prever nuevas restricciones.
Según Jean Castex, primer ministro de Francia “Estamos observando un rejuvenecimiento en las hospitalizaciones en cuidados intensivos, sabemos que mucho más allá de las muertes que se han tenido que contabilizar, la enfermedad deja secuelas muy importantes. Es por tanto que una movilización general es absolutamente necesaria”
En el Reino Unido, el gobierno de Boris Johnson fue objeto de críticas el martes tras descubrirse que ignoró hace tres semanas el consejo de sus científicos de imponer un confinamiento de una o dos semanas para frenar los contagios.
El lunes, ante el preocupante resurgimiento de los casos, sobre todo en el noroeste, el gobierno británico decidió cerrar los pubs de Liverpool y reactivar tres hospitales que se habían instalado provisionalmente bajo carpas durante la primavera boreal.
El número de personas hospitalizadas con coronavirus en Inglaterra es mayor ahora que cuando se ordenó el confinamiento a finales de marzo. Italia, que sufrió cruelmente la primera ola del virus, parecía estar menos afectado por la segunda embestida.
Pero ante el aumento de los casos, el gobierno prohibió el martes las fiestas y celebraciones al aire libre y en lugares cerrados, y limitó a seis el número de invitados en casas.