Un empresario libanés con conexiones gubernamentales en Líbano es el potencial sustituto de Alex Saab dentro del gobierno en disputa de Nicolás Maduro en caso de que se decida su extradición de Cabo Verde a Estados Unidos, según una investigación del centro de pensamiento Atlantic Council.
Alex Saab, abogado y empresario nacido en Barranquilla, Colombia, es considerado una pieza esencial en las relaciones económicas del poder ejecutivo venezolano con países del Medio Oriente, como Irán.
Autoridades de la isla de Sal, Cabo Verde, a 670 kilómetros de la costa de África occidental, lo detuvieron en junio pasado, cuando el avión privado donde viajaba desde Venezuela hacia Irán se detuvo para surtir de gasolina.
Saab, de 48 años, era parte de una misión humanitaria para conseguir alimentos y medicinas para Venezuela, según la cancillería de Maduro. La Casa Blanca formalizó días después su solicitud de extradición al gobierno del país africano.
Los gobiernos de Estados Unidos y Colombia lo acusan de ser actor fundamental de una red de lavado de activos y corrupción a gran escala en beneficio del presidente en disputa Nicolás Maduro, al menos desde 2011.
Múltiples reportes de prensa lo identifican como el responsable de negocios de importación de productos para misiones estatales de vivienda y alimentos en Venezuela por un monto superior a los 1.400 millones de dólares.
El gobierno iraní de Hasán Rouhaní ha suministrado este año gasolina y comida a Maduro, así como apoyo técnico para resucitar sus refinerías, en medio de una profunda crisis, marcada por la escasez de productos básicos y un proceso hiperinflacionario que acumulará 36 meses al hilo en noviembre próximo.
“Empresarios prominentes, como Alex Saab, son necesarios para facilitar esta relación con Irán debido a su lenguaje, cultura y el entendimiento profundo del Medio Oriente”, reza la investigación, del experto en seguridad, Joseph Humire.
Saab fue, hasta su detención, “el facilitador de la relación de Irán con Maduro”, según remarca Humire en entrevista con la Voz de América.
Su arresto en Cabo ha forzado a Maduro a recurrir a otros “facilitadores” que manejen el “portafolio de Irán”, evalúa en su documento.
Humire valora que ya existe un “candidato probable” para ocupar el rol de Saab en esas tareas políticas y económicas a favor de Maduro: el empresario líbano venezolano Majed Khalil Mazjoub.
Candidatos de “más peso”
Humire describe a Majed Khalil Mazjoub como un empresario que, junto a su hermano Khaled, “ha amasado un imperio en Venezuela en las sombras de los regímenes de Hugo Chávez y Nicolás Maduro”.
“Maduro tiene que mantener ese trabajo que hace Saab y ha ido otra vez a estas familias libanesas. Son candidatos que tienen ese perfil. Pueden tener más peso. Es posible que hasta tengan más conexiones [en Medio Oriente] que Saab”, amplía Humire a la VOA.
Califica a Majed Khalil como “un maestro en las redes del Medio Oriente con conocimiento íntimo de la cleptocracia venezolana”.
Majed, según Humire, “tiene la confianza, el acceso, y la ubicación en Venezuela para ayudar a Irán y al régimen de Maduro a continuar su cooperación estratégica en caso de que Alex Saab sea enviado a una prisión de Estados Unidos”.
El apoyo de Irán a Venezuela se refleja en la apertura en julio pasado del supermercado iraní Megasis en Caracas, que Humire identifica como “una rama de la tienda minorista iraní Etka, subsidiaria del ministerio de Defensa y Logísticas de las Fuerzas Armadas en Irán”.
El exministro de Finanzas de Líbano, Ali Hassan Khalil, a quien el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó por su apoyo material al grupo terrorista libanés Hezbolá y por corrupción, es tío de los hermanos Khalil Mazjoub, puntualiza en su investigación, publicada la semana pasada.
Humire enfatiza en que, los hermanos Khalil Mazjoub no reemplazarían del todo a Saab en su papel con el madurismo sino hasta su eventual extradición.
“Van a mantener lo que estaba haciendo. Si Saab no va a la cárcel, seguro regresa al mismo trabajo. Si es extraditado, lo reemplazan”, asevera.
“Saab está fuera del juego”
Douglas Farah, experto en seguridad y presidente de la firma IBI Consultants, estima que Saab está “fuera del juego” del poder a favor del madurismo, independientemente de si lo extraditan a Estados Unidos o lo dejan libre.
“Si sale libre, van a pensar ‘a cambio de qué’. Pierde confianza. Es muy difícil que retome las riendas de las estructuras” del lobby político en Euroasia y Medio Oriente, opina en conversación con la VOA.
A su entender, toda detención impide a lobistas como Saab recuperar puestos de extrema confianza de los gobiernos que se sirven de sus servicios y contactos.
Farah publicó hace años un estudio donde categoriza a lobistas como “arregladores”, “súper arregladores” y “facilitadores en las sombras”, individuos que conocen las dinámicas locales e internacionales de mecanismos criminales para ayudar a gobiernos a evadir sanciones internacionales.
Según el experto, Saab entra en la categoría de los “facilitadores en las sombras”, quienes “aglutinan varias estructuras internacionales y trabajan con gobiernos por dinero, no por ideologías”.
El trabajo de figuras como Saab es tan amplio que se reparte generalmente entre varios operadores, acota, sin embargo, Farah. Su arresto afecta la eficiencia de gobiernos como el de Maduro e incluso dice que gasta más dinero en mantener las operaciones a cargo del detenido, “sin una línea, sin un control directo”.
“Después de un tiempo, surge una figura que combine los diferentes grupos” y que se convierte en el líder de la red, advierte.
Farah resalta que existe un grupo de intermediarios de la época del exdictador libio Muamar el Gadafi con conexiones e influencias en países centroamericanos, como Nicaragua, desde la guerra civil de los años 80.
Específicamente, menciona al sobrino de Gadafi, Mohamed Lashtar, embajador del presidente nicaragüense Daniel Ortega en seis países de Medio Oriente.
“Vive ahora en Gibraltar, en Europa. Habla árabe, está muy conectado con el submundo criminal que Maduro necesita para sobrevivir”, asevera Farah.
Farah lo acusa de manejar una red de venta triangulada de petróleo de PDVSA a través de Libia, Nigeria y Costa de Marfil entre 2010 y 2015.
“Tiene experiencia en lavado de dinero, movilización de activos, venta de petróleo. Su origen no es como el de Saab [nacido en Colombia]. Es una relación más directa, esta gente viene del lado de Daniel Ortega”, observa.
Farah cree que la influencia y accionar de figuras como Lashtar a favor de gobiernos como el de Maduro y Ortega se notan hoy “con más claridad”.
Fuente: VOA