(EFE).- Haití registra un total de 231 muertes confirmadas por covid-19 y 8.979 contagios por la enfermedad, al cumplirse siete meses de la llegada de la pandemia al país, informó este jueves el Ministerio de Salud Pública.
En el último boletín oficial se informaba de apenas tres nuevos contagios, unas cifras tan bajas que han llevado a la población a olvidar todas las medidas de protección.
Las autoridades sanitarias del Gobierno de Haití han expresado su perplejidad en varias ocasiones por el bajo impacto de la pandemia en el país más pobre de América, cuya infraestructura sanitaria es muy deficitaria.
Parte del éxito de la política implementada se debe a que el Gobierno cerró las fronteras incluso antes de detectarse el primer caso en el país, a finales de marzo.
La oficina de la ONU en Haití ha elogiado la respuesta del Gobierno a la crisis, bajo la dirección de su comisión multisectorial para la covid-19, “que ha contribuido a contener la tasa de transmisión”, según un reciente comunicado.
Sin embargo, la ONU señala que “es bien es probable que las estadísticas oficiales no reflejen todos los casos”, en un país con una capacidad limitada para realizar pruebas PCR.
La cara más dura de la pandemia en Haití es el hecho de que, debido a la cuarentena impuesta en los primeros meses, ha empeorado la grave situación socioeconómica y humanitaria que vive desde hace años el país.
En las calles de Puerto Príncipe, da la impresión de que se ha dejado atrás la pandemia, tanto que las autoridades apenas hablan de ella y los medios de comunicación ya no informan sobre la enfermedad en el país.
Todas las actividades económicas están funcionando en el país a plena capacidad, sin que nadie respete las medidas de seguridad, tales como el distanciamiento social, el uso de máscaras o el lavado de manos.
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