La Embajada de Estados Unidos en Jerusalén emitió hoy, por primera vez, un pasaporte a un estadounidense nacido en Jerusalén que establece Israel como país de nacimiento, rompiendo una política de décadas, al no estar claras las fronteras de la ciudad.
El primer pasaporte de este tipo es para Menachem Zivitofsky, de 18 años y cuyos progenitores han llevado a cabo una larga lucha legal para lograr este reconocimiento.
Hasta ahora, Washington no permitía poner Israel como lugar de nacimiento para los que habían nacido en Jerusalén, al ser la parte oriental de la ciudad territorio ocupado por el estado hebreo en 1967.
Los palestinos reclaman Jerusalén como capital de su futuro Estado, mientras la comunidad internacional considera ilegal la ocupación.
“Menachem y sus padres están con nosotros hoy. Tiene 18 años y ha esperado mucho tiempo a que llegase este momento. Hoy, decimos a Menachem Zivitofsky: tienes una nación de nacimiento: el Estado de Israel”, dijo el embajador David Friedman, en una ceremonia en la legación dipolomática.
“Es mi honor entregarte el primer pasaporte emitido a un ciudadano estadounidense nacido en Jerusalén con Israel designado como lugar de nacimiento”, declaró al entregarle el documento.
El joven, dijo sentirse “honrado” al recibir el pasaporte como “representante de los muchos norteamericanos nacidos en Jerusalén que ahora podrán tener los documentos oficiales de su Gobierno que reflejen el hecho de que nacieron en Israel”.
Cuando Zivitofsky nació, en Jerusalén en 2002, sus padres pidieron que se reconociese Israel como lugar de nacimiento, en base a una ley aprobada por el Congreso estadounidense ese año que permitía hacerlo así.
Pero recibieron la negativa de las autoridades y en el pasaporte se indicaba Jerusalén como lugar de nacimiento, pero no se asociaba a ningún país.
Los padres decidieron entonces iniciar una lucha legal que se prolongó durante años y llegaron dos veces al Tribunal Supremo.
El alto tribunal finalmente dictaminó que el Congreso se había excedido en sus capacidades con la aprobación de aquella ley en 2002 y que estas decisiones de política exterior correspondían al Gobierno, que mantuvo su negativa. Una política que esta semana decidió cambiar la Administración de Donald Trump.
Friedman, asociado con el movimiento colono israelí en el pasado, señaló en su discurso que hace 3.000 años el rey David estableció Jerusalén como “capital de Israel”.
Trump reconoció Jerusalén como capital israelí en 2017, aunque sin unas fronteras específicas y sin aclarar si incluye la parte ocupada de la ciudad.
La decisión de Trump rompió con el hasta entonces consenso internacional en este sentido y se completó un año después con el traslado de la Embajada de EE.UU. de Tel Aviv a Jerusalén.
Fuente: EFE