Italia ha sumado 29.907 nuevos contagios por coronavirus en las últimas 24 horas, con lo que la cifra total de casos es de 709.335 desde el 21 de febrero, cuando comenzó la emergencia a nivel nacional, informó hoy el ministerio italiano de Sanidad.
Han muerto 208 personas, lo que eleva la cifra total hasta los 38.826 fallecidos desde febrero.
Italia vuelve a situarse por debajo de los 30.000 nuevos contagios, tras dos días superando esta cifra, pero este domingo se han realizado muchas menos pruebas: 183.457 frente a las 215.886 del sábado y a las 215.085 del viernes.
El número de curados desde febrero es de 292.380, tras sumar 2.954 en las últimas 24 horas.
Respecto a los nuevos contagios, preocupan los 8.607 comunicados por Lombardía (norte), la región más penalizada por la pandemia, pero también los 3.860 de Campania (sur); los 2.379 de Toscana (centro); los 2.351 del Lacio, cuya capital es Roma; los 2.300 del Véneto (norte) y los 2.024 de Piamonte (norte).
Con estas cifras, el Gobierno italiano se dispone a aprobar un nuevo decreto con nuevas medidas restrictivas en las próximas horas y está previsto que el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, comparezca mañana, lunes, ante el Parlamento para ilustrarlas.
Entre las opciones que se bajaran, según los medios italianos, se encuentra el cierre de las regiones para frenar los movimientos de personas, el cierre de centros comerciales los fines de semana y la restricción de horarios para otros locales, y también la solicitud a algunas regiones con números de contagio más altos a que identifiquen algunas “zonas rojas”.
En este sentido, se podrían cerrar algunas grandes ciudades como Milán o Nápoles, con cifras de infecciones diarias muy elevadas.
El presidente de la región meridional de Apulia, Michele Emiliano, ha propuesto que se aplique un toque de queda para toda Italia que comience a las 18.00 horas (17.00 GMT), la hora a la que desde hace una semana el Ejecutivo obliga a cerrar a bares y restaurantes.
Las regiones septentrionales de Lombardía, Piamonte y Liguria han sugerido que se limiten los movimientos de las personas mayores de 70 años en la medida de lo posible, al tiempo que se fortalece la atención domiciliaria.
Respecto a esta hipótesis, este domingo se ha vivido cierta polémica en el país después de que el presidente de Liguria, el conservador Giovanni Toti, haya afirmado en un mensaje en las redes sociales que “de las 25 muertes” registradas en la región el sábado, “22 eran pacientes muy ancianos, en su mayoría jubilados, no indispensables para el esfuerzo productivo del país”.
Sus palabras han sido duramente criticadas y Toti se ha visto obligado a pedir perdón y ha justificado que ha sido malinterpretado.
El nuevo decreto de medidas intentará limitar los contactos entre las personas, pero sin aprobar un confinamiento nacional total, como entre marzo y abril, que penalizaría enormemente a la economía italiana.
Fuente: EFE