Los centros de votación empezaron a cerrar en la Costa Este la noche del martes mientras el presidente Donald Trump y el demócrata Joe Biden concluían una épica campaña marcada por el resentimiento y el miedo, y que influirá en la manera como el país se enfrenta a una pandemia y a interrogantes básicas sobre la economía y la justicia racial.
La noche comenzó con triunfos predecibles para ambos candidatos. Trump ganó Alabama, Mississippi y Oklahoma, mientras que Biden registró triunfos en Massachusetts, su estado de residencia Delaware y Virginia, que solía no tener clara preferencia política y que se ha convertido en bastión demócrata.
Los triunfos comienzan a definir el final de una campaña que resultó transformada por el coronavirus y marcada por las controversias. Ambos candidatos declararon que su rival no era apto para encabezar a una nación que se enfrenta al COVID-19, una enfermedad que ha cobrado la vida de más de 230.000 estadounidenses, ha costado millones de empleos y ha rescrito las normas de la vida diaria.