RT. Internacionales.- A pesar de la negativa de Donald Trump a reconocer su derrota en las elecciones presidenciales, ya resulta cada vez más obvia la victoria de su rival demócrata, Joe Biden, declarado como el vencedor de los comicios por las principales proyecciones de los medios.
Esto significa que el 20 de enero de 2021, la Casa Blanca se convertirá en la residencia de la familia Biden, y la esposa del exvicepresidente de EE.UU., Jill Biden, se convertirá en la nueva primera dama de EE.UU.
A partir de entrevistas, libros e historias de amigos, Jill, de 69 años, es conocida no solo como una esposa devota, una madre cariñosa y una maestra exitosa, sino también como una mujer de voluntad fuerte. Ella no solo acompañó a su esposo a lo largo de su carrera política y participó en todas las campañas electorales, sino que también crio a sus hijos y nietos, sin sacrificar su propia carrera profesional.
¿Cómo se conocieron?
Jill Biden nació en junio de 1951, creció en Willow Grove, un suburbio de la ciudad de Filadelfia (Pensilvania), y fue la mayor de cinco hijas. Su madre Bonny Jean Jacobs, de raíces inglesas y escocesas, era ama de casa. El padre, Donald Jacobs, empleado de banco, era descendiente de una familia italiana.
Cuando conoció a Joe Biden, para entonces un joven y prometedor senador de Delaware, además de viudo con dos hijos pequeños, Jill era estudiante en la universidad y acababa de divorciarse del exjugador de fútbol americano universitario Bill Stevenson.
Tres años antes de conocer a Jill, en 1972, la tragedia golpeó a la familia Biden: su primera esposa y su hija de un año murieron en un accidente automovilístico. Sus hijos, Beau de 3 años y Hunter de 2, resultaron gravemente heridos, pero sobrevivieron.
Se conocieron en una cita a ciegas arreglada para ellos por el hermano de Biden, Frank. Posteriormente, Joe Biden confesó que estaba impresionado por la belleza de Jill y empezó a cortejarla persistentemente.
“Había estado saliendo con chicos con jeans, zuecos y camisetas, él vino a la puerta y tenía un abrigo deportivo y mocasines, y pensé: ‘Dios, esto nunca va a funcionar, ni en un millón de años'”, contó Jill a Vogue sobre su primera cita. “¡Él era nueve años mayor que yo! Pero salimos a ver a ‘Un hombre y una mujer’ al cine en Filadelfia, y realmente nos llevamos bien”.
Jill asegura que Joe le propuso matrimonio cinco veces antes de que ella aceptara. “No podía permitir que [los hijos de Joe] perdieran a otra madre. Así que tenía que estar 100 % segura”, explicó.
La pareja se casó en la ciudad de Nueva York en 1977. Su hija, Ashley, nació en 1981. Durante toda su vida, Beau y Hunter la llamaron madre (y ella, a su vez, siempre los llama hijos, aunque nunca los adoptó formalmente).
La carrera profesional
Durante los siguientes 43 años, Jill crio a sus hijos y nietos y participó en las tres campañas presidenciales de su esposo (antes de su actual victoria, fue nominado a la presidencia en 1988 y 2008).
Asimismo, nunca abandonó su carrera profesional y ha pasado décadas trabajando como maestra. Además de una licenciatura, tiene dos maestrías y un doctorado en educación de la Universidad de Delaware en 2007.
“Enseñar no es lo que hago. Es lo que soy”, tuiteó en agosto.
Política
Jill Biden anteriormente ostentó el título de segunda dama de EE.UU., mientras su esposo era vicepresidente de 2009 a 2017. Durante ese período, su trabajo incluyó la promoción de colegios comunitarios, la defensa de las familias militares y la prevención del cáncer de mama.
También lanzó la iniciativa ‘Joining Forces’ junto con la primera dama Michelle Obama, que ayudaba a los veteranos militares y sus familias a acceder a programas educativos y recursos laborales.
Protectora de su marido
Jill Biden también es conocida por otro papel: el de protectora de su esposo, que ayuda a interceptar (literalmente) a los manifestantes que molestan en los mítines.
En febrero, la profesora Biden saltó de su asiento para proteger a Joe Biden de un manifestante, y luego se rio al decir a los periodistas que era simplemente “una buena chica de Filadelfia”.
Este marzo, en otro evento electoral Jill no dejó que una activista se acercara a Biden en pleno escenario para interrumpier su dicurso.
Nueva tragedia
En 2015, la familia Biden sufrió otra terrible tragedia: a la edad de 46 años, su hijo mayor Beau, veterano de la guerra de Irak, abogado exitoso, fiscal general de Delaware y orgullo de los padres, murió de cáncer cerebral.
Joe y Jill estaban muy acongojados por el fallecimiento de su hijo, y Biden abandonó la idea de postularse para presidente en 2016. Luego, Hillary Clinton se convirtió en la candidata demócrata y perdió las elecciones ante Donald Trump.
Campaña electoral 2020
Jill Biden sabía, según ella misma admitió en varias entrevistas, que la campaña presidencial de 2020 sería difícil, pero decidió apoyar a su esposo. Participó activamente en la campaña, viajó por todo el país y ofreció discursos en los mítines. Como trabajadora del sistema de educación pública, enfatizó que Joe Biden promovería el acceso igualitario de los estadounidenses a buenas escuelas y haría que la educación superior fuera más asequible.
El punto débil de la campaña de Biden fue su hijo menor, Hunter. Muchos medios de EE.UU. revivieron las críticas contra el padre y el hijo Biden por su posible implicación en escándalos de corrupción en Ucrania. Las acusaciones surgieron hace varios años a raíz de que Hunter fue miembro de la junta directiva de la compañía de gas ucraniana Burisma al mismo tiempo que su padre dirigía las relaciones diplomáticas con Kiev bajo la Administración de Barack Obama.
Tanto Joe, como Hunter Biden han rechazado repetidamente tales acusaciones. Por su parte, Jill siempre defendió a Hunter desde la posición de madre, asegurando que su hijo “no ha hecho nada malo”.
En el curso de la campaña electoral, Trump no perdió la oportunidad de recordar los problemas personales de Hunter, quien en 2014 fue despedido de la reserva de la Armada de EE.UU. por consumo de drogas.
Durante el debate presidencial en septiembre de 2020, Biden reaccionó así a los ataques de Trump: “Mi hijo, como muchas personas, tenía problemas con las drogas, pero los venció, lo arregló todo, trabajó en eso. Y estoy orgulloso de él, estoy orgulloso de mi hijo”.
Hace tres años, después de un divorcio escandaloso, se supo que Hunter estaba saliendo con la viuda de su hermano. Jill y Joe los apoyaron y dijeron que estaban contentos de que su hijo y su nuera estuvieran juntos después de tal pérdida.
Sin embargo, esa relación no duró mucho y el año pasado Hunter se casó con otra mujer.