(EFE).- Uruguay reconoció este miércoles el nombramiento del político liberal Francisco Sagasti como presidente de Perú tras la renuncia de Manuel Merino y confía en que la democracia del país andino “siga su curso” a través de los canales institucionales y el estado de derecho.
“El Gobierno de la República Oriental del Uruguay reitera su confianza en que el proceso político siga su curso a través de los canales institucionales propios del estado de derecho y el régimen democrático, en beneficio del Perú y su pueblo”, señala un comunicado de la Cancillería uruguaya.
Sagasti, un ingeniero de 76 años, se convirtió en el gobernante de transición que se encargará de conducir a su país hacia las elecciones generales de abril del próximo año y la entrega de mando del 28 de julio de 2021, el día central de las celebraciones de los 200 años de la independencia peruana.
El veterano político asumió la jefatura del Estado en cumplimiento del mandato constitucional tras haber sido elegido este lunes presidente del Congreso después de la renuncia de Manuel Merino, presionado por las masivas protestas que se presentaron en el país desde que el Legislativo destituyó a Martín Vizcarra el pasado 9 de noviembre.
Sagasti invitó a los familiares de los jóvenes Inti Sotelo y Jack Pintado, que fallecieron durante las protestas, al hemiciclo del Legislativo y les rindió homenaje al iniciar su discurso tras jurar a la presidencia.
Anunció, además, que hará un reconocimiento público a las víctimas y que la “Beca Presidente de la República”, que financia los estudios de estudiantes de gran nivel académico sin recursos económicos, se llamará ahora “Beca Generación del Bicentenario”, como ha comenzado a denominarse a los jóvenes peruanos que lideraron la resistencia a Merino.
Mientras Lima y el resto de Perú se mantuvo en relativa calma social este martes, después de una semana de protestas, Sagasti dijo en el Congreso que el primer objetivo de su corta gestión será “asegurar” que las elecciones convocadas para abril próximo se celebren “sin contratiempos y sean absolutamente limpias”.