(EFE).- La Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) registró 124 agresiones contra periodistas en los primeros 11 meses del Gobierno del presidente Alejandro Giammattei, quien tomó posesión el pasado 14 de enero.
La mayor cantidad de denuncias registradas por la APG se han dado por “obstaculización a la fuente”, con 31 casos, mientras que 20 periodistas han señalado haber sido sujetos de “intimidaciones y presiones” y otros 19 han dicho haber recibido “amenazas”.
Otros 14 han dicho a lo largo de estos once meses del año que fueron difamados y el resto se encuadran en retención, agresión física, detención arbitraria, censura, ataque cibernético, agresión verbal y material, acoso judicial y acoso.
Además, dos periodistas han sido asesinados, según destacó la APG.
Los presuntos responsables indicados por la APG por las agresiones fueron, en 41 de los sucesos, las autoridades; 35 fueron “desconocidos”, 14 las fuerzas de seguridad, 13 fueron pobladores organizados o comunitarios y 21 individuos particulares.
La Fiscalía, por su parte, reportó en la misma temporalidad 94 denuncias, de las cuales uno fue asesinato, 38 amenazas, 28 coacciones y el resto retención de información, difamación, abuso de autoridad, lesiones leves, hurto y otros delitos.
“En el primer año del gobierno del presidente Giammattei se superaron por mucho las cifras de agresiones ocurridas durante el primer año de mandato de sus dos antecesores: Otto Pérez Molina (45) y Jimmy Morales (63)”, que gobernaron los anteriores periodos 2012-2016 y 2016-2020, respectivamente, indicó la APG.
Agregó que, “incuestionablemente la crisis sanitaria incidió en el incremento alarmante de ataques, debido a que la mayoría de los hechos tuvieron relación con la cobertura de temas relacionados con el coronavirus”.
La asociación periodística sostuvo que “las campañas de desprestigio y las noticias falsas siguieron siendo parte de los temas delicados y utilizados para arremeter contra periodistas de forma cobarde e impune desde el anonimato brindado por el Internet”.
El sábado, durante las manifestaciones contra el Gobierno y el Congreso, la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) registró cinco agresiones contra periodistas en la cobertura de una manifestación pacífica que al comenzar la noche se tornó violenta por la quema de un bus por supuestos infiltrados.
