Prácticamente han pasado cuatro décadas desde que en 1981 se describió por primera vez el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Provocado por un virus, el VIH, se convirtió en una epidemia de pánico. A día de hoy arrastra más de 32 millones de muertos pero le acompaña el peligro de caer en el olvido.
Actualmente los fármacos antirretrovirales son tan eficaces que el riesgo en la sociedad occidental se percibe lejos, no está muy presente, pero el VIH sigue entre nosotros , es un problema no resuelto y una epidemia cruel, que conlleva soledad y estigma.
Por eso, y con ocasión del Día Mundial del Sida, que se celebra todos los años el 1 de Diciembre, ONUSIDA nos recuerda que sólo en 2019, 1,7 millones de personas contrajeron el virus en todo el mundo y 690.000 murieron por enfermedades relacionadas.
En España se estima en cerca de 4.000 el número de personas que se contagian anualmente. El problema reside en ese porcentaje que tiene el VIH y no lo sabe.
Este grupo, que se cuantifica en torno a unos 15.000 en nuestro país, es responsable del 50 % de las nuevas infecciones.
Hay que tener en cuenta que el VIH es un virus de contagio lento y el retraso en el diagnóstico implica también mayor mortalidad, peor calidad de vida para el paciente y un mayor coste sanitario.
En este Día Mundial los datos constatados han empujado a las principales organizaciones y sociedades médicas a animar a toda la población, con especial hincapié hacia las mujeres, a hacerse la prueba y también a reclamar al personal sanitario una mayor implicación.
Cuatro décadas de sida: deja tu huella
“Deja tu huella”, es el lema de la campaña que ha presentado la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) dirigida específicamente a involucrar a a los profesionales sanitarios de esta especialidad.
Y todo ello porque hay estudios que indican que las personas infectadas por el VIH pasan de media dos veces por urgencias unos tres años antes de que les confirmen el diagnóstico.
Síndrome de mononucleosis, herpes zoster, intoxicación por drogas, relaciones sexuales de riesgo, intoxicación por drogas… constituyen indicadores para poner sobre aviso al médico a la hora de considerar que ese paciente que entra por urgencias también necesita una prueba serológica para descartar si está infectado.
La SEMES se propone trabajar en el cambio cultural del médico de urgencias para que se de cuenta de la trascendencia y urgencia de este diagnóstico.
El objetivo, marcado por ONUSIDA, era llegar al 90 % de diagnosticados y tratados en 2020 y en España estamos en torno al 87 por ciento.
Mujeres: razones para hacerse la prueba
Cada semana, según los datos de ONUSIDA, alrededor de 5.500 mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años contraen el VIH en el mundo.
En España los datos epidemiológicos muestran además que las mujeres se diagnostican en peor situación clínica e inmunológica que los hombres.
De acuerdo con Asunción Díaz, responsable de la Unidad de Vigilancia de VIH/ITS del Instituto de Salud Carlos III, el retraso diagnóstico de VIH “es superior en las mujeres que en los hombres y supone cerca del 50 % de los nuevos diagnósticos”.
Esta es una de las razones que ha movido este año a CESIDA, la coordinadora estatal de VIH y Sida, a promover la campaña “¿Cuáles son tus razones para hacerte la prueba del VIH?”, realizada con el apoyo de Gilead Sciences.
Se trata de una iniciativa multimedia protagonizada por diez mujeres, entre ellas las actrices Daniela Vega y Cayetana Guillén-Cuervo, que cuentan las ‘razones’ para hacerse la prueba del VIH y los motivos para cuidar de su salud sexual.
Carla Antonelli, política y reconocida activista trans de los derechos LGTBI; Sandra Delaporte, cantante y compositora; Itziar Castro, actriz nominada en los Premios Goya por su papel en “Pieles”; Diana Gómez, protagonista de la serie “Valeria” integran esta lista de participantes.
Aunque la epidemia del VIH en España afecta fundamentalmente a hombres, las mujeres presentan características diferenciales a tener en cuenta.
Más de la mitad de los nuevos diagnósticos de VIH en mujeres se produjeron en mujeres nacidas fuera de España.
Principalmente en países de Latinoamérica y África Subsahariana, a diferencia de los hombres donde este porcentaje se encuentra alrededor del 37 %”.
Conviene destacar y reiterar que gracias a los tratamientos antirretrovirales se ha conseguido reducir mucho la mortalidad y aumentar la supervivencia de las personas con infección por el VIH, en porcentajes altísismos.
Pero, recuerda Asunción Díaz, esta cronificación de la infección lleva asociada la aparición de otras enfermedades relacionadas con la edad que hacen necesario el abordaje multidisciplinar de estos pacientes, incluida su salud mental.
Sida, ¿y la salud mental?
Un reciente estudio de GeSIDA (Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica) constató que los médicos encuestados estimaron que hasta el 50 por ciento de sus pacientes tenían patologías neuropsiquiátricas.
La mayoría señaló que algunos de estos tratamientos, principalmente efavirenz (85 %) y dolutegravir (89 %) podía inducir la aparición de comorbilidades neuropsiquiátricas o empeorar las preexistentes.
Principalmente trastornos emocionales (47 %), del sueño (35 %) y por uso de sustancias (9 %), pero menos de la mitad informaron activamente de estas comorbilidades.
El cuestionario se llevó a cabo en en marzo de este año entre 115 médicos españoles, el 40 por ciento mujeres, con una edad media de 53 años, una mediana de 125 pacientes atendidos y una media de 20 años atendiendo a este tipo de pacientes.
Casi todos los médicos (97 por ciento) consideraron importante diagnosticar estas patologías por su impacto en la adherencia y la selección del tratamiento antirretroviral.
Fuente: EFE