(EFE).- La gravedad de la crisis económica provocada por la pandemia en Estados Unidos y la victoria electoral del demócrata Joe Biden han vuelto a revivir las negociaciones y acercar a republicanos y demócratas en el Congreso para un nuevo paquete de estímulo fiscal tras meses de bloqueo.
Este miércoles en los pasillos del Congreso se reactivaron las conversaciones en torno a la propuesta presentada por un grupo de legisladores, tanto demócratas como republicanos, sobre un nuevo paquete de estímulo por valor de 908.000 millones de dólares para paliar el deterioro de la economía por la pandemia.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, reconoció hoy el acercamiento al asegurar que “los demócratas han mostrado una nueva voluntad para conversar con buena fe”.
Las negociaciones, sin embargo, van contrarreloj, ya que al actual Congreso apenas le queda menos de dos meses, porque a partir de finales de enero tomarán posesión los nuevos legisladores tras los resultados de los comicios generales del pasado 3 de noviembre.
HALCONES FISCALES DISPUESTOS A GASTAR
“Soy un halcón fiscal. No me gusta pedir dinero. No me gusta gastar el dinero que no tenemos. Pero el momento de pedir dinero, quizá el único momento de pedir dinero, es cuando hay una crisis y estamos ante una crisis. Queremos ayudar a la gente”, dijo Mitt Romney, senador republicano y excandidato presidencial en 2012, uno de los impulsores de la propuesta.
La cifra se encuentra a medio camino entre la última de los demócratas, que controlan la Cámara de Representantes, de 2,4 billones de dólares y la de los republicanos, que controlan el Senado, de 650.000 millones de dólares.
Contempla, además, 288.000 millones de dólares en ayuda para pequeñas empresas, así como 160.000 millones de dólares en asistencia para los Gobiernos estatales y locales, uno de los aspectos prioritarios para los demócratas y a los que los republicanos se han opuesto.
También asigna 16.000 millones de dólares para distribución de vacunas, pruebas y rastreo de contactos en los casos de covid-19; 82.000 millones en educación; y 45.000 millones para el sector de transporte, que abarca las aerolíneas, entre otros.
ESTANCAMIENTO ECONÓMICO
A la par el presidente electo, Joe Biden, ha insistido en la necesidad de un “robusto” paquete de apoyo fiscal, así como su candidata para dirigir el Tesoro, Janet Yellen, quien ha apuntado que la “inacción podría causar aún más devastación”.
“Cualquier paquete aprobado en la sesión interina del Congreso (hasta la toma de posesión en enero) es, en el mejor de los casos, solo un comienzo”, aseveró el mandatario electo, quien reconoció el profundo daño económico y la desigualdad causada por la pandemia.
Gran parte de los programas del plan de estímulo fiscal aprobado en EE.UU. en marzo por 2,2 billones de dólares han concluido o están cerca de expirar, por lo que uno de los aspectos claves de los primeros días de Biden en la Casa Blanca será impulsar un nuevo paquete de rescate ante la prolongada duración de la pandemia.
Este miércoles, Patrick Harker, presidente del Banco de la Reserva Federal de Filadelfia, advirtió en una mesa redonda virtual de que se están viendo “señales de estancamiento en la economía”.
“Eso es atribuible tanto a la circulación continua de la COVID-19 como a la evaporación del apoyo fiscal”, recalcó Harker.
El plan bipartidista busca extender hasta marzo la prestación por desempleo, con la entrega de 300 dólares por semana, un monto menor a los 600 dólares semanales propuestos inicialmente por los demócratas.
Las últimas previsiones de la Reserva Federal indican que EE.UU. cerrará con una contracción económica del 3,7 % y una tasa de desempleo del 7,6 %.
Desde el centro de estudios Peterson Institute, su presidente, Adam Posen, subrayó que EE.UU. va a registrar “una recuperación a partir de abril o mayo, con o sin este paquete”, una vez que la distribución de las vacunas se expanda al grueso de la población.
“La cuestión sobre si tenemos otro paquete de estímulo en diciembre o enero significa cuánto sufrimiento humano habrá entre ahora y entonces”, indicó Posen en una conferencia virtual sobre política fiscal.
EE.UU. es el país del mundo más afectado por la pandemia, con 13,7 millones casos y más de 270.000 fallecidos, según el conteo de la Universidad Johns Hopkins.
Alfonso Fernández