Infobae.- Blanca Estela Peña García era una empleada bancaria de Compostela, en el estado de Nayarit, pero nunca pensó que una fiesta cambiaría su vida. En esa fiesta conoció a un hombre llamado Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, fundador del Cártel de Sinaloa, quien se enamoró de ella a primera vista.
Pero lo que no le agradó al narcotraficante fue que la mujer lo rechazó inmediatamente, pues no ignoraba quién era ni el tipo de negocios a los que se dedicaba.
Ese primer rechazo, según relató el periodista Gerardo Reyes en un reportaje de la cadena Univision, no fue suficiente para desalentar a Guzmán Loera, que no estaba acostumbrado a que las mujeres lo rechazaran.
En un documento de inteligencia elaborado antes de su captura en Mazatlán el 11 de julio de 2015, los investigadores anotaron como una de las debilidades del capo la “necesidad de compañía femenina” junto con la de “afecto a las comodidades” y la de “gusta de fiestas”.
Con esa necesidad se propuso conquistar a Estela, pero fue rechazado una y otra vez, de acuerdo con documentos del gabinete de seguridad consultados por la cadena estadounidense.
En un intento desesperado, el Chapo le lanzó desde un avión cientos de flores, lo que solo aumentó los intentos de la mujer por alejarse, ya que no quería involucrarse con un criminal.
Guzmán Loera tenía entonces 30 años y no aceptaría un no como respuesta, por lo que decidió secuestrarla y obligarla a tener una larga relación. Ante las amenazas, Blanca aceptó estar con él por temor.
Se dice que no tuvieron hijos, aunque el reporte de seguridad señala que de esa relación nacieron dos hijos: Estela Desiree y un varón, ambos llevan el apellido del narcotraficante.
Las autoridades investigaron a la pareja para saber su papel en la organización criminal, pero se determinó que ella estaba ajena a las actividades ilícitas de Guzmán Loera.
A pesar de todos los intentos por conquistarla, el narcotraficante perdió el interés en la relación y dejó que la mujer se fuera junto con sus dos hijos.
A partir de entonces Blanca Estela se ha mantenido en el anonimato y alejada de los negocios del Cártel de Sinaloa, sin embargo, durante el tiempo que el narcotraficante estuvo libre, la mujer habría estado recibiendo una pensión.
Según informes del Departamento de Inteligencia del Gobierno Federal, además de haber tenido tres matrimonios, el narcotraficante por lo menos ha mantenido relación con otras cuatro mujeres, quienes han sido sus amantes.
El Chapo tiene entre 15 y 23 hijos con todas estas mujeres, sin contar a Rosa Isela, la supuesta hija de Guzmán Loera que procreó con una maestra con la cual se involucró a finales de los años setenta en Guadalajara, Jalisco, según las investigaciones realizadas por este departamento. Sin embargo, Guzmán Loera siempre ha negado su paternidad.
Contabilizando sus matrimonios, Joaquín Guzmán Loera contrajo nupcias la primera vez con María Alejandrina Salazar Hernández, con quien tuvo a Archivaldo Iván, a Jesús Alfredo, a Alejandrina Giselle y a César Guzmán Salazar, quienes son sus hijos mayores.