La Habana, EFE.- Cuba movilizó este jueves a miles de ciudadanos en espacios públicos de todo el país para conmemorar con actos políticos y festivos el Día de los Derechos Humanos, en medio de crecientes denuncias desde la comunidad internacional por violación de derechos y libertades de activistas y periodistas.
Los parques públicos de La Habana acogieron hoy eventos diversos en los que se enarboló la bandera cubana, se pronunciaron discursos contra el “bloqueo” comercial y financiero del “imperio” estadounidense, y grupos de “pioneritos” -escolares con uniformes y pañoleta roja- entonaron canciones y bailaron coreografías.
Dirigentes de organizaciones vinculadas al Estado cubano pronunciaron discursos para defender el desempeño de Cuba en materia de derechos humanos, al asegurar que en el país no existe represión y se respetan y toleran todas las formas de pensar.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, aseguró en un tuit que “la obra de la Revolución es la principal garantía para los derechos humanos” en la isla caribeña, mientras su canciller, Bruno Rodríguez, recordó que el país participa en 44 instrumentos internacionales en materia de derechos humanos.
Cuba “continuará defendiendo la necesidad de preservar los principios de objetividad, no selectividad y universalidad al abordar los DDHH y de privilegiar la cooperación internacional y el diálogo respetuoso”, agregó el ministro de Exteriores.
También en los medios de comunicación estatales y en las cuentas institucionales en redes sociales se desplegó una intensa campaña de defensa de los logros cubanos en la materia.
El Día de los Derechos Humanos llega en un momento de polémica en Cuba, después de que varios artistas y activistas críticos con el Gobierno denunciaran en las pasadas semanas arrestos domiciliarios, vigilancia policial, actos de repudio y otras presiones por parte de las fuerzas de seguridad.
La artista visual Tania Bruguera, el periodista y escritor Carlos Manuel Álvarez y la periodista Luz Escobar aseguraron este jueves a Efe que hay patrullas y agentes apostados frente a sus casas desde hace varios días para impedirles salir a la calle, sin que legalmente se les haya imputado cargo alguno.
“Ha sido una semana completa sin poder salir a la calle, hoy es el séptimo día. No me dicen una razón, no me muestran un documento. Los oficiales los ponen en los bajos de mi edificio y la patrulla con la policía en la esquina, a unos 60 metros”, afirmó a Efe Escobar, reportera del diario independiente 14 y Medio y quien tiene a su cargo a dos hijas menores.
Desde la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo hasta organizaciones como Amnistía Internacional (AI) o Human Rights Watch (HRW) se han multiplicado recientemente las voces que expresan preocupación sobre la situación de los derechos humanos en Cuba.
Tanto AI como HRW acusaron al Gobierno cubano de acosar, intimidar y detener a disidentes, así como de censurar la expresión artística y violar el derecho a la libertad de expresión de sus ciudadanos.
El Gobierno de Cuba, por su parte, considera a la mayoría de los activistas en su contra “mercenarios” al servicio de EE.UU. y les acusa de recibir dinero de entidades estadounidenses como la CIA o el Departamento de Estado con el objetivo de derrocar el sistema establecido desde la Revolución de 1959.