Juan Carlos Zevallos, ministro de salud de Ecuador, reservó vacunas contra el coronavirus para él y sus familiares, las cuales fueron administradas antes que a otras personas de grupos prioritarios. Las dosis que utilizó salieron del Hospital Pablo Arturo Suárez, institución pública destinada a la atención de pacientes con COVID-19.
A raíz de esta situación, se desataron protestas en el país para denunciar el abuso de poder. Como consecuencia, el Parlamento aprobó por unanimidad (121 votos a favor y 4 abstenciones) un proyecto de resolución para destituir a Zevallos.
Ecuador planea vacunar a 43 mil personas en las próximas semanas con la vacuna Pfizer/BioNTech. Según información oficial, llegarán al país antes de finales de febrero.
No era una prioridad del gobierno de Ecuador que las vacunas se utilizasen para los familiares de los funcionarios. El plan de vacunación ecuatoriano arrancó el pasado 21 de enero y, desde el Ministerio de Salud, detallaron que se inocularía primero al personal de primera línea de atención médica, así como a adultos mayores de centros geriátricos y a sus cuidadores.
Sin embargo, Zevallos acaparó algunas dosis y vacunó a los suyos el fin de semana pasado. Las vacunas que utilizó salieron del Hospital Pablo Arturo Suárez, institución pública que fue destinada a la atención de pacientes con COVID-19.
En su defensa, el funcionario dijo que el centro privado al que llegaron esas vacunas era un geriátrico, un lugar prioritario. Sin embargo, no detalló que ese lugar era en el que había familiares de él, como su madre.
Esta no es la única crítica que le hicieron a Zevallos en relación al plan de vacunación. Ya había sido cuestionado cuando el presidente del directorio del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, Jorge Wated, informara que personal administrativo del Seguro Social recibió la vacuna sin estar dentro de los trabajadores de primera línea.
Wated dijo que esos funcionarios habían sido despedidos y anunció una investigación para conocer cómo se realizaron las listas para aplicar la vacuna.
El defensor del Pueblo, Freddy Carrión, solicitó al presidente Lenín Moreno la renuncia del ministro Zevallos por falta de transparencia y conflicto de intereses en la gestión pública alrededor de la distribución y entrega de vacunas contra el COVID-19.
El Parlamento ya votó su destitución. En los próximos días se definirá su destino como funcionario. Además, el funcionario tendrá que presentarse a declarar ante la fiscalía general del Estado por tráfico de influencias.
La mayoría de los países en América Latina están aplicando para la vacuna de Pfizer/BioNTech, como es el caso de Ecuador, México y Chile. Sin embargo, estos y otros también avanzan con la Sputnik V, como Argentina y Bolivia. Además, se encuentra en producción la de Oxford/AstraZeneca, vacuna que se fabricará entre Argentina y México.
Una investigación llevada a cabo por Oxfam reveló que las naciones ricas, que representan únicamente el 14% de la población mundial, compraron ya 53% de las futuras vacunas. Esto significa que más de la mitad de las dosis prometidas de las cinco principales vacunas candidatas está ya reservada para un grupo determinado de personas.
En noviembre de 2020, más del 80% del suministro previsto para 2021 de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna fue vendido a países ricos. Los países que entran en ese porcentaje son: Canadá, Estados Unidos, Japón, Reino Unido y los países que integran la Unión Europea.
Además, según la organización Oxfam, las ganancias que obtuvieron en 2020 las diez personas más ricas del mundo alcanzarían para pagar vacunas para el mundo entero. Entre la lista de personas incluidas en el informe están: Jeff Bezos, fundador y director ejecutivo de Amazon; Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceXl; Bill Gates, fundador de Microsoft.
