Siete de cada 10 adultos están motivados para estar más saludables en 2021 debido al coronavirus. Así lo demuestra una encuesta en Inglaterra realizada a más de 5.000 adultos. El 80% de las personas mayores de 18 años tomó la decisión de cambiar su estilo de vida durante la irrupción del virus SARS-CoV-2 y en el contexto de la pandemia por COVID-19.
La encuesta mostró que 8 de cada 10 adultos mayores de 18 años han decidido variar su estilo de vida en 2021, y 7 de cada 10 adultos dicen que están motivados para hacer cambios saludables debido al nuevo coronavirus (COVID-19).
En comparación con el año pasado, casi la mitad de la población (43%) se siente más motivada para hacer cambios en su vida en enero. Alrededor de 6 millones de adultos de 40 a 60 años planean comer más saludablemente (40%), perder peso (39%) y hacer más ejercicio (41%).
Además, 4 de cada 10 (43%) fumadores habituales planean intentar dejar de fumar en 2021 y casi la mitad de los que aumentaron su consumo de alcohol durante el segundo bloqueo (45%) tienen la intención de reducir su consumo de alcohol este año.
Para apoyar al público en la realización de estos cambios, la organización gubernamental Salud Pública de Inglaterra o Public Health England (PHE, por sus siglas en inglés) lanzó su campaña de ‘Mejor año nuevo para la salud’ para alentar a la nación a trabajar hacia un estilo de vida más saludable, ya sea para perder peso, ser más activo o cuidar el bienestar mental. o dejar de fumar. La iniciativa ofrece apoyo a través de una variedad de herramientas y aplicaciones, incluida la aplicación actualizada NHS 12 Week Weight Loss. Esto se debe a que actualmente el 28% de los adultos en Inglaterra viven con obesidad y el 36% tienen sobrepeso.
-Un tercio de las personas informaron comer bocadillos y bebidas no saludables al menos una vez al día (35%), frente al 26% en esta ocasión el año pasado, esto se refleja en los datos de ventas recientes que mostraron un aumento de alrededor del 15% en las ventas de comida para llevar. bocadillos caseros , incluidos dulces y galletas.
-El 29% de los fumadores estuvo de acuerdo en haber fumado más desde el segundo cierre nacional, y atribuyó el cambio a estar preocupado por su salud física y mental (42%) y a tener preocupaciones económicas (41%).
La doctora Alison Tedstone, jefa de nutrición de la organización gubernamental Salud Pública de Inglaterra (PHE por sus siglas en inglés), manifestó: “El año pasado ha sido inmensamente desafiante y estar atrapado en casa mucho más este año, como es comprensible, ha visto algunos hábitos poco saludables arrastrándose en todos nosotros. Pero nuestra encuesta muestra que la gran mayoría de nosotros queremos hacer algo positivo este año para mejorar nuestra salud y ahora es un buen momento para reiniciar, ya sea comer de manera más saludable, tener un peso más saludable, hacer más actividad física, dejar de fumar o hacer ejercicio. más para cuidar nuestra salud mental”.
“Sabemos que muchas personas quieren hacer cambios para tener un estilo de vida más saludable y queremos ayudarlas. Por eso, la campaña Better Health ofrece una variedad de herramientas, como Couch to 5K , para ayudar a las personas en sus elecciones. Esto, junto con la estrategia de obesidad líder en el mundo del gobierno, ayudará a motivar y apoyar a todos para que adopten rutinas más saludables en 2021”, soslayó.
“2021 es el momento de empezar de nuevo. Poner en marcha un plan de salud puede ser abrumador, pero no es necesario que lo haga solo. Los recursos como el sitio web y las aplicaciones de Better Health pueden ser de gran ayuda, sin importar los cambios que desee realizar o la etapa en la que se encuentre”, recomendó.
Los argentinos, la salud mental, los hábitos saludables y la pandemia
Consultada por Infobae en relación a las experiencias aprehendidas de la atención terapéutica en pacientes durante la pandemia y en la Argentina, la psicoanalista UBA Sonia Almada, directora de ARALMA, precisó: “Durante la pandemia los psicoanalistas debimos innovar, como casi todos, nuestro método de trabajo. Aquellos consejos de Sándor Ferenczi, el psicoanalista húngaro, en sus escritos técnicos y del mismo Freud tuvieron que ser revisitados a la luz de la pandemia”.
“La técnica designa el campo de lo que un analista hace y no hace, dice y no dice en el análisis. Además es el campo de las reflexiones teóricas acerca de este que hacer y este decir. La técnica analítica no puede ser algo rígido, sino flexible y nosotros debimos cerrar los consultorios, con lo que conlleva para nuestra forma de hacer las cosas y comenzamos a crear nuevas condiciones , tratos y contratos analíticos”, añadió.
Almada se refirió al parate que sufrió la atención médica: “Cerramos los consultorios pero abrimos las pantallas y en poco tiempo fueron consultorios virtuales. Aquellos que teníamos algunas consultas online , por pacientes que viajan o migran estábamos más acostumbrados , pero el ritmo de 8 horas diarias de consulta no era lo habitual. Entonces aprendimos primero a ser más elásticos , a encontrar los mejores momentos de atención de cada paciente y de cada pacientito. Los papás y mamás aprendieron a ubicar las cámaras de tal manera que cada niño pudiera jugar en el suelo de su habitación y hablar de sus problemas y deseos o a compartir pantalla para mostrarnos algo de una película que les gusta”.
“Aquellos que viven en familias o parejas aprendieron a levantar el volumen de la TV o de la música en el cuarto de al lado para darle intimidad al analizante, otros a irse a tomar la sesión a una plaza o dentro de un auto. Aprendimos que cuando se caía internet se sigue la sesión por teléfono y se puede retomar perfectamente. También aprendimos junto a nuestros pacientes porque fuimos atravesados de igual manera por el temor, la incertidumbre y los duelos”, agregó.
Según la psicoanalista, “a diferencia de otros años pude notar que la mayoría de mis pacientes tomaron ‘el toro por las astas’. Aquellos que venían explorando la posibilidad de una separación, no esperaron más , lo hicieron. Quienes comenzaban una relación se animaron a convivir con una persona que conocían poco quizá. Aquellos que tenían una conversación pendiente buscaron el momento de conectarse y charlar. Lo mismo quienes querían emprender una carrera , un oficio o un negocio. Me sorprendió la cantidad de emprendimientos en pandemia que fueron posibles gracias a este tiempo que muchos tomaron como reflexión y que en algunos casos fue un cambio rotundo en sus vidas. También se atravesaron momentos más duros , con duelos por COVID donde los deudos no podían realizar el ritual de despedida y fue un poco más complejo metabolizarlo”.
Y advirtió: “También hubo muchas consultas por violencia intrafamiliar y abusos , donde los sobrevivientes podrían comenzar a hablar de situaciones crónicas que padecían viviendo con la persona violenta. También niñas y adolescentes atacados por el grooming y el ciberbulling. También hubo cambios de hábitos con la búsqueda de vidas más saludables, la siembra de huertas, todo tipo de ejercicios a través de canales de profesoras en Instagram, Youtube”.
“La pandemia y el aislamiento preventivo obligatorio trajo, como trae siempre el temor a la enfermedad y la muerte , una reflexión sobre quienes somos y quiénes queremos ser”, advirtió Almada. ¿Es esta la vida que deseo tener? ¿ Es esta la persona con quien quiero compartir mi vida? ¿Es este el trabajo para mi? Son preguntas que surgieron.
Estos son los interrogantes de la clínica habitual, pero la pandemia de alguna manera , según mi percepción, aceleró algunos procesos de toma de decisiones, de abandonar la procrastinación, en búsqueda de un presente mejor , ante un futuro incierto.
Ubico como medida lo efímero de muchas situaciones y la importancia de los lazos afectivos y sociales sobre todo. Este acontecimiento extraordinario e inesperado nos confrontó a cada uno consigo mismo.
La reconocida psicoanalista opinó: “Creo que cada persona experimentó la angustia, miedo, el aburrimiento de una manera particular, con los recursos que tenía. Nuestro trabajo fue, como siempre, intentar descubrir la la verdad de cada quien promoviendo la reflexión, el cuestionamiento y las responsabilidad sobre nuestras acciones, involucrando la transformación y la posibilidad de que cada persona construya con lo que tiene lo que puede”.
También en diálogo con Infobae, Manuela Gutiérrez, socióloga de la Universidad de Buenos, analizó el cambio de hábitos en los argentinos: “La gente empezó a cocinar más en su casa y hacer actividad física de manera virtual. Y también que el COVID un poco favorece el consumo local comunitario, pero lo que más me impacta a mi es el tema de la salud mental. Creo que la crisis después de la pandemia en ese tema va a ser brutal”.
“Es interesante pensar el factor miedo, en las poblaciones de riesgo cómo el miedo que tienen a morir opera en términos sociológicos e individuales. Que por un lado hay un doble filo, que tiene un aspecto positivo en el sentido que permite mejorar la salud ante una posible amenaza de muerte que está en el aire, pero por otro lado cabe pensar cómo eso nos constriñe la libertad, nos restringe las libertades”, detalló.
Para Gutierrez, “el fenómeno y la novedad de los influencers en redes sociales también es muy interesante a estudiar, ya que se destapó una olla en cuanto a la búsqueda de hobbies, los cursos, clases o tutoriales online a partir del mayor tiempo pasado en casa por el confinamiento. Hay cambios de hábitos y no necesariamente mueren las actividades sino que en su mayoría se adaptan y readecuan”.
Sin embargo, manifestó sus recaudos sobre el estudio de Inglaterra: “Definitivamente creo que en la Argentina, por la configuración de la subjetividad en un país latinoamericano es diferente a la de uno europeo, por las condiciones en las que esas personas fueron educadas, socializadas, etc. Por lo cual, eso lleva a que en la Argentina en particular y en Latinoamérica en general no haya tanta consciencia respecto al cuidado de la salud”.
“Más bien aparece cierto rasgo de impunidad por parte de estas poblaciones, que están con enfermedades propias de la tercera y aunque tengan miedo igual se sienten medio imbatibles, el famoso ‘a mí no me va pasar nada’, y esto quizás tenga una fuerte premisa de ignorancia probablemente”, ejemplificó la socióloga a este medio.
Y recordó: “Pienso en el enojo que se suscitó frente a la medida que el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodriguez Larreta comunicó en la que los adultos mayores debían quedarse en sus casas. En ese caso, se vio que mucha gente no era consciente en términos epidemiológicos o médicos de lo que implica la pandemia y a veces lo más fácil es enojarse con el gobierno y no tomar consciencia de que realmente está la posibilidad de la muerte. Así es como aparecen ciertos elementos a tener en cuenta que complican la situación de estos grupos más vulnerables y que no necesariamente van a generar una condición próxima o futura de una mejora en la calidad de vida de los argentinos”.